miércoles, 22 de mayo de 2024

¿Qué es la vida?

 

Veamos si el proceso es evolutivo involutivo evolutivo estamos hablando de un proceso dialectico ,es decir que todo lo que evoluciona involuciona para luego evolucionar, es como nos movemos vamos hacia atrás para dar un impulso hacia delante, pero la cuestión se vuelve mas compleja en lo cultural donde prima la diversidad de deseos en su voluntad de poder así que el proceso no se puede ser movido ni por lo cultural ni por los biológico, porque el salto a la conciencia exige una racionalidad que la diversidad cultural basada en el deseo no tiene, y es que lo cultural no es otra cosa que la inversión de lo espiritual, en este esquema evolutivo seria la involución pero como tal involución necesaria solo ella desde su multiplicidad puede volver a la unidad e integrarse y entonces si nosotros nos ponemos en le pan de que somos los buenos , inteligentes y cultos no estamos comprendiendo la dialéctica del espíritu, el clamor tiene que venir desde el abismo.

Luis Enrique Regalado Guerra

  · 

Trataré de dar una explicación concisa y clara sobre biología y cultura, por el tema que a continuación deseo exponerles.

La Biología humana es la ciencia que se centra en cómo llegamos hasta aquí, cómo funcionamos y el papel que jugamos en el mundo natural.

La Cultura se define como aptitudes y hábitos que el hombre adquiere como miembro de una sociedad.

Se dice que la biología precede y la cultura trasciende, tal cambio ocurre porque diversas variables culturales modifican los procesos de selección biológica y la probabilidad de que la información genética sea adaptativa.

Se creía que la evolución humana para todos consistía en una cadena de cambios en donde se ubican primero los eslabones menos evolucionados y progresivamente se avanzaba hacia los más evolucionados. Sin embargo, esta es una antigua concepción simplista que permanece en el imaginario, las cuales están fundamentadas en ideas erróneas sobre una supuesta superioridad evolutiva de nuestra especie, una imagen totalmente distorsionada de nuestra naturaleza real.

Esta afirmación distingue a los humanos modernos de otras especies primates bípedos, siendo estos enfoques actuales más relevantes acerca de la evolución de la cultura, su posible analogía con la evolución biológica y la repercusión en el panorama psicológico actual de las implicaciones que ello conlleva.

Sabemos que el estudio de la inteligencia en el humano ha sido uno de los apartados más característicos de la Psicología a lo largo del siglo XX y que la Inteligencia es un conjunto de habilidades cognitivas y conductuales que permite la adaptación eficiente al ambiente físico y social.

Y observando la decadencia de nuestra sociedad humana me lleva a deducir que el ser humano ha comenzado a involucionar descaradamente, (El diccionario de la Real Academia Española define la palabra involución como detención y retroceso de una evolución biológica, política, cultural, económica, etc.) es por ello que defino muy conscientemente que están sobreviviendo dos tipos de humanos, los inteligentes y los incultos que creen serlo, los que razonamos, pensamos y cuestionamos y los que siguen, obedecen y se someten, los que actuamos por el bien común y los que actúan por su propio bien y lo preocupante y perturbador son justamente estos los segundos.

Porque cometen horribles actos, además de ser extremadamente crueles, escandalosamente viles, violentamente malvados e inconscientes y efectuados con total indiferencia ante la vida humana. No tienen la madurez para sobrellevar el error que cometen, carecen de responsabilidad afectiva y crean algún escenario ficticio para no sentirse mal consigo mismos.

De cada diez peruanos, ocho son parte de esta involución, son tan inútiles, tan apáticos, tan ruines, tan vacuos, tan desesperadamente dependientes que lucharán para proteger su insana condición. Es una tragedia tener que presenciar tanto desperdicio de humanidad y créanme que no siento ninguna animosidad contra ellos, porque no hay nada que sustraiga más energía que intentar convencer a alguien de algo que no logra ver y ni entender.

Saber más es perder cierta inocencia, pero se es más libre porque tienes las herramientas necesarias para desenvolverte. Lo que sí depende del conocimiento es tu libertad, porque evidentemente la ignorancia es esclavitud.

Una enorme cantidad de jóvenes del país no tienen claro cuál es su futuro o directamente no anhela un futuro, viven de la inmediatez total y esto es lo que hemos engendrado en su potencialidad, aprender no está dado porque no sean inteligentes, está dado porque no creen que los conocimientos que reciban puedan servirles para enfrentar la vida y nadie les propone soñar con un país distinto desde una palabra autorizada.

Manuel Gonzales Prada decía, la vida se puede resumir en tres palabras, triste, ridícula y puerca, sin embargo, nosotros podemos derramar algo de alegría en esa tristeza, algo de elevación en esa ridiculez y algo de limpieza en esa porquería.

Ser parte de una nueva era revolucionaria de personas concienciadas, tenemos un proyecto en proceso y esperamos reunir a ese 2% de jóvenes sanos e inteligentes, es una oportunidad de la que, sin duda, tienes que formar parte.

 

 

 

"Pienso que es necesario educar a las nuevas generaciones en el valor de la derrota.

En manejarse en ella. En la humanidad que de ella emerge. En construir una identidad capaz de advertir una comunidad de destino, en la que se pueda fracasar y volver a empezar sin que el valor y la dignidad se vean afectados.

En no ser un trepador social, en no pasar sobre el cuerpo de los otros para llegar el primero. Ante este mundo de ganadores vulgares y deshonestos, de prevaricadores falsos y oportunistas, de gente importante, que ocupa el poder, que escamotea el presente, ni qué decir el futuro, de todos los neuróticos del éxito, del figurar, del llegar a ser.

Ante esta antropología del ganador de lejos prefiero al que pierde. Es un ejercicio que me parece bueno y que me reconcilia conmigo mismo. Soy un hombre que prefiere perder más que ganar con maneras injustas y crueles. Grave culpa mía, lo sé. Lo mejor es que tengo la insolencia de defender esta culpa, y considerarla casi una virtud".

-Pier Paolo Pasolini-

* Poeta, dramaturgo, ensayista y director de cine pero sobre todo una figura imposible de clasificar en un solo lenguaje.

 

Raúl Ospina  · 

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No es correcto querer generar romantizar la derrota , no siempre se logrará vencer pero tampoco hay que vivir con una mentalidad derrotista ... Todo es cuestión de actitud ...

 

 

Christian Franco Rodriguez

La derrota ante la lógica de dominio en la que se basa este mundo es un victoria para el Espíritu que logra mantenerse integro.

 

 

¿Qué es la vida?

 Se Pregunta Erwin Schrodinger En este texto y la respuesta parece ser una unidad espiritual desde la cual se logra un orden para superar la entropía.

Pero esta unidad espiritual no parece ser otra cosa que un salto cuántico

Y Toda la evolución no sería otra cosa que este salto.

Desde nuestra teoría transferencial tendríamos esto:

1Ser→0 logos →10 Espíritu

Aquí hay una transferencia

  No ser←Libido←Voluntad

Aquí hay una retransferencia

Donde la conciencia se interioriza para dar el salto  la conversión espiritual

Sino diera ese salto lo que tendríamos seria

No ser→ libido→ Voluntad

Donde nos acercamos a la entropía al desorden social autodestructivo   

     Esta es la transferencia del no ser o transferencia negativa

Se tiene que producir una transferencia de conversión es decir dar el salto de la transferencia negativa a la transferencia positiva para ganar el orden.

Y de igual manera se tendría que hacer una retransferencia del ser

1←0←1

Para luego pasar  a la transferencia del no ser

0→1→0

Y poder actuar

Esto en los distintos espíritus hasta llegar al espíritu objetivo

¿Pero así como Erwin Schrodinger se pregunta que produce la mutación, nosotros nos preguntamos que produce la conversión y la inversión?    

Y la respuesta es el salto cuántico, que parece estar producido por cierta radiación, pero aquí es donde nosotros respondemos metafísicamente, este salto es una actualización de la potencialidad eterna, algo que solo Dios pude hacer, algo que está  predestinado, intentar manipular ese salto cuántico es peligroso e imposible, claro a un nivel físico es distinto que a un nivel metafísico, en este nivel nosotros podemos alterar las conciencias en continua contra transferencia y lo que obtendremos será caos análogamente mutaciones inestables, pero de pronto algunas darán este salto a la conversión y otras a la inversión definiéndose establemente.

Y entonces ¿La definición espiritual es la buena y la definición carnal es la mala?

          No ambas son complementarias loe spiritual siempre traspasara lo carnal lo espiritual ese es el sentido dialectico de toda transferencia pero si yo me quedara en lo carnal claramente terminaría en la muerte, en la entropía.

En el cuadro de los transcendentales del ser quedaría más claro  

Paso del ser al no ser para ser (Transferencia)

1→0→10  

Ser→Logos→Espíritu

Bondad →Maldad→ Santidad

Belleza→fealdad→Creatividad

Verdad→falsedad→Trasparencia

Unidad→Multiplicidad→integración 

 Misterio Dharmico

 Paso del no ser al ser para no ser (retransferencia)  

01←1←0

              No ser ←libido ←Voluntad  

     Iluminación←bondad←Maldad

     Deconstrucción←Belleza ←Fealdad

      Discernimiento←Verdad←Falsedad

       Diversidad←Unidad←Multiplicidad

 

 

 Si yo voy por la transferencia negativa tendré

Iluminación→bondad→Maldad

 

En mi deseo de hacer bien terminare haciendo mucho mal, primando la fealdad, la fragmentación, la Multiplicidad vacía, la falsedad.

 

Por esto mismo no pude ser Dios en mi propia voluntad ahí discrepamos con los idealistas y con  Erwin Schrodinger esa vuelta a la unidad es una vuelta a Dios que es una voluntad que me trasciende por lo mismo no nos podemos quedar en lo inmanente, necesitamos un redentor, solo en él, en el logos que es el mediador que se niega podemos dar el gran salto e integrar ambas meta estructuras

   01←1←0 ←Tinkuy →1→0→10  

Misterio trinitario

  Sintransferencia  

     Amor

Ahí está  el árbol de la vida en la superación de toda dualidad.  

https://drive.google.com/file/d/1u3cjAyPI0TXMlSHj6xRMFA7WtZOnjely/view?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTAAAR0NpGyupnSX_TtYhjqKer3vERXA45PCjfL4zrRSYecyr4c3zo37UPIuXcc_aem_AbK_bSOQqkqJ6xQkXRYN4hNMpePmOgTsfFtjxgs-Qo4NgFmwnbmZmBo-NPPnGmRDL3T0YfTOTue6SjZjq6NxeHDk

CAPÍTULO 3

 

MUTACIONES

 

Und was in schwankender Erscheinung schwebt, Befestiget mit dauernden Gedanken.

[16]

Goethe

 

3.1. Mutaciones discontinuas: material de trabajo de la selección

 

natural

 

Los hechos generales que acabamos de exponer sobre la duración atribuida a

la estructura del gen son quizá demasiado familiares como para sorprendernos o

incluso para considerarlos convincentes. Esta vez, al menos, el refrán, según el

cual la excepción confirma la regla, se convierte en realidad. Si el parecido entre

padres e hijos no presentara excepciones, no solo no dispondríamos de todos

esos brillantes experimentos que nos han revelado el detallado mecanismo de la

herencia, sino que no se daría ese experimento a gran escala de la Naturaleza,

realizado algunos millones de veces ya, que forja las especies por selección

natural y supervivencia del más apto.

Tomemos este importante punto como principio para presentar los hechos

principales, de nuevo pidiendo excusas y recordando que no soy biólogo.

Hoy sabemos con certeza que Darwin estaba en un error al considerar las

variaciones pequeñas y continuas que se presentan incluso en la población más

homogénea como los fenómenos sobre los que actúa la selección natural. Se ha

demostrado que esas variaciones no se heredan. El hecho es suficientemente

importante como para ilustrarlo con brevedad. Si tomamos la recolección de una

raza pura de cebada, medimos una por una la longitud de las espigas y

construimos una gráfica con los resultados, obtendremos una curva acampanada

como la de la figura 1, donde en ordenadas se indica el número de espigas de

 

una determinada longitud y en abscisas las diversas longitudes de espiga posible.

En otras palabras: domina una longitud media definida, existiendo desviaciones

con determinadas frecuencias en cada dirección. Elijamos un grupo de espigas

(indicado en negro en la figura) con longitudes considerablemente mayores que

la media, pero cuyo número es suficiente para que puedan ser sembradas y den

una nueva cosecha. Al hacer la estadística correspondiente, Darwin habría

esperado encontrar que la curva se hubiese desplazado hacia la derecha. En otras

palabras, se habría esperado producir por selección un aumento de la longitud

media de las espigas. Esto no ocurre si se ha empleado una raza de cebada

verdaderamente pura. La nueva curva estadística obtenida de la cosecha

seleccionada es idéntica a la primera, y habría ocurrido lo mismo en caso de

seleccionar para la siembra las espigas especialmente cortas. La selección resulta

ineficaz porque las diferencias pequeñas y continuas no se heredan. Es obvio que

no radican en la estructura del material hereditario, sino que, evidentemente, son

accidentales. No obstante, el holandés Hugo de Vries descubrió hace unos

cuarenta años que incluso en la descendencia de cepas realmente puras un

número muy pequeño de individuos, algo así como dos o tres entre varias

decenas de miles, aparece con cambios pequeños, pero que suponen una especie

de «salto».

 

FIGURA 1. Gráfico estadístico de la longitud de las barbas de las espigas de una raza pura de

 

cebada. Seleccionaremos para la siembra de semillas, del grupo indicado en negro. (Los datos

del grafico no se refieren a un experimento real, pero sirven de ejemplo).

 

La expresión «salto» no quiere significar que el cambio sea especialmente

importante, sino que supone una discontinuidad, en el sentido de que no hay

formas intermedias entre la forma inalterada y los pocos individuos que han

cambiado. Tras su observación, De Vries les dio el nombre de mutaciones. El

hecho significativo es la discontinuidad. Al físico le recuerda la teoría cuántica,

según la cual no hay energías intermedias entre dos niveles energéticos

contiguos. Podríamos llamar la teoría de la mutación, de forma figurada, la

teoría cuántica de la Biología. Más adelante veremos que tal denominación es

mucho más que figurativa. Las mutaciones se deben, de hecho, a saltos cuánticos

en las moléculas del gen. Pero la teoría cuántica solo tenía dos años cuando de

Vries publicó su teoría de la mutación, en el año 1902. No es, pues, extraño que

se necesitase una generación más para descubrir la íntima relación entre ambas.

 

3.2. Las mutaciones se heredan perfectamente

 

Las mutaciones se heredan tan perfectamente como los caracteres inalterados

originales. A modo de ejemplo, en la primera cosecha de cebada que veíamos

antes, unas pocas espigas podían tener una longitud de barbas o aristas

considerablemente alejada del nivel de variabilidad dado en la figura 1: digamos

que están totalmente desprovistas de aristas. Podríamos representar una

mutación de De Vries y en tal caso se reproducirían realmente, lo cual significa

que todos los descendientes carecerían de aristas. Una mutación es, claramente,

un cambio en el tesoro hereditario y debe atribuirse a algún cambio en la

estructura material de la sustancia de la herencia. De hecho, la mayoría de los

cruces experimentales de importancia, los cuales nos han revelado el mecanismo

de la herencia, consisten en el análisis detallado de la descendencia obtenida al

cruzar, de acuerdo con un plan preconcebido, individuos mutados (o, en muchos

casos, múltiplemente mutados) con individuos no mutados o mutados de otra

forma.

 

FIGURA 2. Mutante heterozigótico. La cruz señala el gen mutado.

 

Además, en virtud de su legítima transmisión, las mutaciones son un material

apropiado sobre el cual puede operar la selección natural y producir las especies,

según describió Darwin, eliminando los menos dotados y dejando sobrevivir a

los mas aptos. Basta con sustituir en la teoría de Darwin «pequeñas variaciones

accidentales» por «mutaciones» (de la misma forma que la teoría cuántica

sustituye «transferencia continua de energía» por «salto cuántico»). Por lo

demás, se requieren muy pocos cambios más en la teoría de Darwin, siempre que

yo este interpretando correctamente el punto de vista de la mayoría de

biólogos

[17]

.

 

3.3. Localización. Recesividad y dominancia

 

Debemos revisar ahora otros hechos y nociones fundamentales referentes a

las mutaciones, y de nuevo de forma algo dogmática, sin revelar directamente

cómo se infieren, uno por uno, a partir de la evidencia experimental.

Podríamos esperar que una determinada mutación fuera causada por un

cambio en una región determinada de uno de los cromosomas. Y así es. Es

 

importante señalar que sabemos positivamente que se trata de un cambio en solo

un cromosoma, pero no en el locus correspondiente del cromosoma homólogo.

La figura 2 indica esto esquemáticamente, representando la cruz el locus

mutado. El hecho de que solo se vea afectado un cromosoma se revela cuando el

individuo mutado (llamado frecuentemente «mutante») se cruza con un

individuo no mutado: exactamente la mitad de la descendencia presenta el

carácter mutante y la otra mitad el carácter normal. Esto es lo esperable como

consecuencia de la separación de los cromosomas en la meiosis del mutante, tal

como se ve en la figura 3 de forma muy esquemática. En ella se ve un árbol

genealógico que representa cada individuo (de tres generaciones consecutivas)

simplemente por el par de cromosomas en cuestión. Tómese nota de que, si el

mutante tuviera los dos cromosomas alterados, todos los hijos recibirían la

misma herencia (mezclada), distinta de la de cualquiera de ambos padres.

 

FIGURA 3. Herencia de una mutación. Las líneas rectas indican la transferencia de un

cromosoma, las dobles, de un cromosoma mutado. Los cromosomas incorporados en la tercera

generación proceden de las «parejas» de la segunda generación, que no se incluyen en el

 

diagrama. Se supone que serán no relativos, ajenos a la mutación.

 

Pero la experimentación en este campo no es tan sencilla como cabría

esperar a partir de lo dicho hasta aquí. Viene complicada por un segundo hecho

importante, a saber, que las mutaciones están a menudo latentes. ¿Qué significa

esto? En el mutante las dos «copias del texto cifrado» ya no son idénticas;

 

presentan dos diferentes «lecturas» o «versiones» de un mismo lugar. Puede ser

útil señalar de entrada que sería erróneo, aunque tentador, el considerar la

versión original como «ortodoxa» y la mutante como «herética». Debemos

verlas, en principio, con igual derecho (ya que los caracteres normales también

han surgido de mutaciones).

Lo que en realidad ocurre es que el «esquema» del individuo, por regla

general, sigue una u otra versión, que puede ser la normal o la mutante. La

versión elegida es llamada «dominante», y la otra «recesiva»; dicho de otro

modo, la mutación se llama dominante o recesiva según consiga o no cambiar

inmediatamente la estructura. Las mutaciones recesivas son incluso mas

frecuentes que las dominantes y revisten gran importancia, a pesar de que no se

muestren desde un principio. Para alterar la estructura, deben estar presentes en

ambos cromosomas (véase la figura 4). Tales individuos se pueden producir

cuando dos mutantes igualmente recesivos se cruzan entre ellos o cuando un

mutante se cruza consigo mismo; esto último puede darse en plantas

hermafroditas donde ocurre incluso espontáneamente. Es fácil comprender que,

en estos casos, aproximadamente un cuarto de la descendencia será de este tipo,

y por consiguiente mostrará la mutación de forma visible.

 

3.4. Introducción de un poco de lenguaje técnico

 

Creo que para mayor claridad vale la pena explicar aquí algunos términos

técnicos. Para lo que he llamado «versión del texto cifrado» (sea la original o la

mutante), se ha adoptado el término «alelo».

 

FIGURA 4. Homozigótico en una cuarta parte de los descendientes, bien por auto fertilización de

un heterozigótico mutante (ver figura 2), bien por cruce entre un par de estos.

Cuando las versiones son diferentes, tal como se indica en la figura 2, se dice

que el individuo es heterozigótico con respecto a aquel locus. Cuando son

iguales, como en el caso del individuo no mutado o en el de la figura 4, los

individuos se denominan homozigóticos. Así, pues, un alelo recesivo solo afecta

la estructura cuando pertenece a un individuo homozigótico, mientras que un

alelo dominante produce el mismo efecto tanto en individuos heterozigóticos

como en homozigóticos.

La presencia de color es muy a menudo dominante sobre la falta de color (o

blanco). Así, por ejemplo, un guisante tendrá flores blancas solo cuando posee

«el alelo recesivo causante de blanco» en ambos cromosomas en cuestión,

cuando es «homozigótico para el blanco»; al autofecundarse, todos sus

descendientes serán blancos. Pero basta con un «alelo rojo» (si el otro es blanco,

«heterozigoto») para que la flor sea roja, e igual ocurrirá cuando los dos alelos

son rojos («homozigoto»). La diferencia entre estos dos últimos casos solo se

manifiesta en la descendencia, cuando el heterozigoto rojo produce algunos

descendientes blancos, y el homozigoto rojo siempre los produce rojos. El hecho

de que dos individuos puedan ser exactamente iguales en su apariencia externa y

 

diferir en su herencia es tan importante como para justificar una diferenciación

exacta. El genetista dice que tienen el mismo fenotipo pero distinto genotipo. El

contenido de los párrafos anteriores podría resumirse con esta afirmación, breve

pero muy técnica:

Un alelo recesivo solo afecta al fenotipo cuando el genotipo es

homozigótico.

Pocas veces usaremos estas expresiones técnicas, pero recordaremos su

significado al lector donde sea necesario.

 

3.5. Efecto perjudicial de los cruces consanguíneos

 

Las mutaciones recesivas, mientras estén en heterozigotos, no presentan,

desde luego, un material de trabajo para la selección natural. Aunque sean

perjudiciales, cosa que ocurre muy a menudo con las mutaciones, no resultan

eliminadas, ya que se encuentran latentes. En consecuencia, se puede acumular

una cantidad considerable de mutaciones desfavorables, sin suponer un perjuicio

inmediato. Pero, evidentemente, son transmitidas a la mitad de la descendencia,

y esto tiene importantes consecuencias para el hombre, para el ganado, aves

domésticas, y cualquier otra especie, allí donde nos interese mantener o

aumentar las buenas cualidades físicas. En la figura 3, suponemos que un

individuo macho (digamos, en concreto, yo) lleva heterozigóticamente una

mutación perjudicial, de forma que no se manifiesta. Supongamos que mi mujer

no la lleva. Entonces, la mitad de nuestros hijos (segunda línea) también los

llevarán (otra vez heterozigóticamente). Si todos ellos se casan con parejas no

mutadas (que hemos omitido en el diagrama para evitar confusiones), un cuarto

de nuestros nietos, por término medio, estará afectado de la misma forma.

No hay peligro de que el mal aparezca a menos que se crucen dos individuos

afectados, momento en el que podemos ver fácilmente que un cuarto de sus

hijos, por ser homozigóticos, manifestará la alteración. Además de la

autofertilización (solo posible en organismos hermafroditas), el mayor peligro

sería un matrimonio entre uno de mis hijos con una de mis hijas. Teniendo cada

uno una probabilidad de un medio de ser portador, un cuarto de estas uniones

incestuosas serían peligrosas y de la misma forma un cuarto de sus hijos

presentarían la alteración. En consecuencia, el factor de peligro para un hijo de

incesto es 1/16.

 

De la misma forma, el factor de peligro resulta ser 1/64 para la descendencia

de una unión entre dos de mis nietos que son primos hermanos. Esta

probabilidad no parece ser excesiva y en efecto el segundo caso se tolera por

regla general. Pero no olvidemos que hemos analizado las consecuencias de solo

una malformación latente en uno de los miembros de la pareja inicial (mi mujer

y yo). De hecho, es bastante probable que ambos sean portadores de varias

deficiencias latentes de este tipo. Si alguien se sabe portador de una determinada

deficiencia de esta clase, puede contar con que uno de cada ocho primos

hermanos también lo es. Experimentos realizados con plantas y animales

parecen indicar que, además de algunas deficiencias importantes, relativamente

raras, existe una multitud de deficiencias menores que, combinando sus

probabilidades, deterioran globalmente la descendencia de los cruces

consanguíneos. Siendo así que ya no eliminamos los errores en la forma drástica

en que lo hacían los lacedemonios en el Monte Taigeto, debemos considerar este

tema muy seriamente en el caso del hombre, donde la selección natural del más

apto se ha disminuido grandemente, o incluso invertido. El efecto antiselectivo

de las modernas matanzas sobre la juventud sana de todo el mundo muy

difícilmente puede considerarse compensada por la apreciación de que, en

condiciones mas primitivas, la guerra pudo haber tenido un valor positivo al

permitir la supervivencia de la tribu mas apta.

 

3.6. Consideraciones históricas y generales

 

Es sorprendente el hecho de que el alelo recesivo, en un heterozigoto, sea

totalmente superado por el dominante y no produzca efecto visible alguno.

Debería mencionarse al menos que existen excepciones de este comportamiento.

Cuando una planta de «boca de dragón» (antirrhinum majus) homozigótica

blanca se cruza con una roja, también homozigótica, todos los descendientes

inmediatos tienen un color intermedio, son rosados (no rojos, como cabría

esperar). Un caso mucho más importante de dos alelos que presentan sus efectos

simultáneamente lo tenemos en los grupos sanguíneos, pero no podemos entrar

en el tema aquí. No me sorprendería si resultara que la recesividad presentara

distintos grados y dependiera de la sensibilidad de las pruebas que utilizamos

para analizar el fenotipo.

Éste es quizá el momento apropiado para hacer un breve comentario sobre la

 

historia de la Genética. La base de la teoría, la ley de la herencia, la transmisión

a generaciones sucesivas de propiedades distintas de los padres, y, más

especialmente, la significativa distinción entre recesivo y dominante, se deben al

fraile agustino, hoy en día mundialmente famoso, Gregor Mendel (1822-1884).

Mendel no supo nada de mutaciones ni cromosomas. En los jardines de su

convento en Brno (Brünn), experimentó con el guisante (pisum sativum),

cultivando distintas variedades, cruzándolas y observando su descendencia en la

primera, segunda, tercera... generaciones. Podría decirse que experimentó con

mutantes que encontró ya preparados en la Naturaleza. Publicó sus resultados en

la temprana fecha de 1866 en los Verhandlugen naturforschender Verein in

Brünn (Informes de la Sociedad para el estudio de la Naturaleza de Brno).

Parece que nadie se interesó por la ocupación de aficionado del fraile y, a buen

seguro, nadie tuvo la menor idea de que aquel descubrimiento se convertiría en

el siglo XX en la piedra angular de toda una nueva rama de la Ciencia,

probablemente la más interesante de nuestros días. Su trabajo quedó olvidado y

no fue redescubierto hasta 1900, de forma simultánea e independiente, por

Correns (Berlín), De Vries (Ámsterdam) y Tschermak (Viena).

 

3.7. La mutación debe ser un acontecimiento poco frecuente

Hasta aquí hemos dedicado nuestra atención a las mutaciones perjudiciales,

que son, probablemente, las más abundantes; pero debe quedar claro que

también se encuentran mutaciones beneficiosas. Si consideramos la mutación

espontánea como un pequeño paso en el desarrollo de las especies, podemos

imaginar que algún cambio ha sido «probado» de forma bastante aleatoria y con

el riesgo de resultar perjudicial, en cuyo caso es eliminado automáticamente.

Esto nos coloca frente a un aspecto muy importante del asunto. Para que las

mutaciones puedan constituir un material apropiado para el trabajo de la

selección natural, deben ser acontecimientos raros, poco frecuentes, como

efectivamente ocurre. Si fueran tan frecuentes que hubiera una probabilidad de

presentarse, por ejemplo, una docena de mutaciones en un mismo individuo, las

mutaciones perjudiciales predominarían, en general, sobre las beneficiosas y la

especie, en lugar de mejorar por selección, permanecería inalterada o perecería.

La relativa estabilidad que resulta del alto grado de permanencia de los genes es

esencial. Podríamos buscar una analogía en el funcionamiento de una fábrica.

 

Para desarrollar métodos mejores, innovaciones que no se conocen, deben

hacerse pruebas. Pero, para averiguar si las modificaciones aumentan o

disminuyen el rendimiento, es imprescindible que sea introducida una sola cada

vez, manteniendo constantes las demás partes del mecanismo.

3.8. Mutaciones inducidas por los rayos X

 

Veamos ahora, brevemente, una serie de trabajos de investigación genética

extremadamente ingeniosos que nos mostrarán la característica más significativa

de nuestro análisis.

El porcentaje de mutaciones en la herencia, la frecuencia de mutación, puede

incrementarse muchas veces con respecto a lo normal irradiando los padres con

rayos X o rayos γ. Las mutaciones producidas de esta forma no se diferencian de

las espontáneas (excepto por el hecho de ser más numerosas), y de ahí que uno

tenga la impresión de que cada mutación «natural» puede también ser inducida

por los rayos X. En cultivos experimentales grandes de drosophila muchas

mutaciones definidas vuelven a aparecer repetidamente de manera espontánea;

esas mutaciones se han localizado en los cromosomas, tal como se describe en

las páginas anteriores, y se les ha dado nombres especiales. Se han encontrado

incluso los denominados «alelos múltiples», es decir, dos o más «versiones o

lecturas», diferentes además de la normal, no mutada, del mismo lugar de la

clave cromosómica. Esto significa que no solo se dan dos, sino tres o más

alternativas en aquel locus particular, y que dos cualesquiera de estos están en

relación «dominancia-recesividad» cuando aparecen simultáneamente en sus

correspondientes loci de los dos cromosomas homólogos.

Los experimentos con mutaciones producidas por rayos X dan la impresión

de que cada «transición» particular, por ejemplo del individuo normal a un

mutante determinado, o al revés, tiene su «coeficiente de rayos X», individual, el

cual indica el porcentaje de la descendencia que resulta haber mutado de aquella

forma determinada, cuando se le ha aplicado una dosis unitaria de rayos X a los

padres, antes de engendrar a los descendientes.

 

3.9. Primera ley. La mutación es un acontecimiento aislado

Las leyes que gobiernan la frecuencia de mutación inducida son

 

extremadamente simples e ilustrativas en extremo. Sigo aquí el informe de N. W.

Timofeeff, en Biological Reviews, vol. 9, 1934. Gran parte del mismo hace

referencia al brillante trabajo del propio autor. La primera ley dice:

1. El aumento es exactamente proporcional a la dosis de rayos, de forma que

puede hablarse realmente de un coeficiente de aumento.

Estamos tan acostumbrados a la proporcionalidad simple que corremos el

riesgo de menospreciar las consecuencias de largo alcance de esta simple ley.

Para captarlas, podemos recordar que el precio de un artículo, por ejemplo, no es

siempre proporcional a su valor. En condiciones normales, un tendero puede

quedarse tan impresionado por el hecho de que se le hayan comprado seis

melones que, al solicitarle una docena, puede que la ofrezca por menos del doble

de precio. En tiempos de escasez, puede ocurrir lo contrario. En el caso que nos

ocupa, llegamos a la conclusión de que la primera mitad de la dosis provoca, por

ejemplo, la mutación de un descendiente de cada 1000, pero no influye en

absoluto sobre el resto, ni predisponiéndolos ni inmunizándolos contra la

mutación. De no ser así, la segunda mitad de la dosis no provocaría igualmente

un mutante de entre mil. La mutación no es, pues, un efecto acumulativo,

causado por pequeñas porciones de variación consecutivas que se refuerzan

mutuamente. La mutación debe consistir, de hecho, en algún acontecimiento

único que se da en un cromosoma durante la irradiación. ¿De qué tipo de

acontecimiento se trata?

 

3.10. Segunda ley. Localización del acontecimiento

Encontraremos la respuesta en la segunda ley, que dice:

2. Si variamos la cualidad (longitud de onda) de los rayos dentro de un

amplio margen, desde los relativamente débiles rayos X a los rayos γ más

fuertes, el coeficiente permanece constante, siempre que se aplique la misma

dosis.

O sea, siempre que se mida la dosis, contando la cantidad total de iones

producidos por unidad de volumen en una sustancia standard adecuada, en el

lugar y durante el tiempo en que se exponen los padres a la radiación.

Como sustancia standard se escoge el aire, no solo por comodidad, sino

también porque los tejidos orgánicos están constituidos por elementos del mismo

peso atómico, por término medio, que el aire. Un límite inferior para la cantidad

 

de ionizaciones o procesos relacionados

[18]

(excitaciones) en el tejido se obtiene

simplemente multiplicando el número de ionizaciones en el aire por la

proporción de las densidades. Es, pues, bastante evidente, y ello queda

confirmado por una investigación más rigurosa, que el hecho individual que

provoca una mutación es una ionización (o un proceso similar) que tiene lugar

en un volumen «crítico» de la célula germinal. ¿Qué tamaño tiene este volumen

crítico? Puede estimarse a partir de la frecuencia observada de mutación por una

deducción de este tipo: si una dosis de 50 000 iones por cm3 produce solo la

probabilidad de 1:1000 de que cualquier gameto particular (que se encuentre en

la zona irradiada) mute de una determinada manera podemos concluir que el

volumen crítico, el «blanco» que debe ser «alcanzado» por una ionización para

que se produzca la mutación, es solo 1/1000 de 1/50 000 de cm3, es decir, una

cincuenta millonésima de cm3. Estas cifras no son las verdaderas, las citamos

solo a modo de ilustración. En el cálculo real seguiremos a Max Delbrück, N. W.

Timofeeff y K. G. Zimmer

[19]

, artículo que será también la principal fuente de la

teoría desarrollada en los dos próximos capítulos. Delbrück propone el tamaño

de un cubo de solo diez distancias atómicas medias de arista, lo que equivale a

un millar de átomos. La interpretación más sencilla de este resultado es que hay

una gran probabilidad de producir una mutación cuando una ionización (o

excitación) no se produce a más de «10 átomos de distancia» de algún lugar

determinado del cromosoma. Lo discutiremos con más detalle a continuación.

El informe de Timofeeff contiene un comentario práctico que no puedo dejar

de mencionar, aunque no guarde relación con nuestra investigación. En la vida

moderna se presentan muchas ocasiones en las que un ser humano tiene que

estar expuesto a los rayos X. Son bien conocidos los peligros directos que esto

supone, como por ejemplo quemaduras, cáncer producido por esas radiaciones,

esterilización; por ello se recurre a la protección con pantallas de plomo o

delantales de plomo, especialmente para enfermeras y médicos que deben

manejar los rayos con regularidad. De todas formas, el problema es que, incluso

cuando esos peligros inminentes para el individuo se evitan de forma eficaz,

parece existir el peligro indirecto de que se produzcan pequeñas mutaciones

perjudiciales en las células germinales (mutaciones parecidas a las que

citábamos al hablar de los resultados desfavorables de los cruces

consanguíneos). Para decirlo con más crudeza, aunque tal vez de forma ingenua,

el peligro de un matrimonio entre primos hermanos puede incrementarse por el

 

hecho de que su abuela haya trabajado durante un período suficientemente largo

como enfermera de rayos X. No es un problema que tenga que preocupar a nadie

personalmente. Pero cualquier posibilidad de estar infectando gradualmente la

raza humana con mutaciones latentes, no deseadas, debería ser un tema de

preocupación para la comunidad.

 

 

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