martes, 24 de octubre de 2023

Uku pacha No ser Kay pacha unidad Hanan pacha ser

 Uku pacha No ser Kay pacha unidad Hanan pacha ser

Inspira

 Uku Pacha No ser  0←1 Ser Hanan Pacha

Expira

 Uku pacha No ser 0→1  Ser Hanan Pacha Ser

Respira

Uku pacha No ser 0←Kay pacha →1 Ser Hanan pacha  

 

¡Naya! ¡Naya! ¡Naya! ¡Naya! ¡Naya! ¡Naya! ¡Naya! ¡Naya! ¡Naya! ¡Naya! Khori-Challwa: ¿Eres el Chullpa-tullu a que mis huesos se saben enfeudados? Relámpago de mi carne, tú la iluminas en El, y El eres con todos los caudales del Universo. Bien sé que en ti hay sólo un hombrecito del Titikaka, de trompa alacre, zafirinos ojuelos, contráctil bigote y aleta melodiosa. Sé bien que EL PEZ eres; aquél que en mi sangre latía cuando esperaba, y espesaba, en los barros del álveo, y ni el Sol era Lupi, ni se había animado dios alguno en las profundidades del átomo. Eres mi existente porque eres mi habitante. Y, cuanto amo, y beso, y lloro, es más que manera de ser en Ti sentimiento y espasmo de mi hueso. ¡Tú eres naya! ¡Tú eres naya! ¡Tú eres naya!,Tú eres naya! ,Tú eres naya!  

Gamaliel Churata

 

El Encuentro entre occidente y oriente entre el ser y el no ser, entre el Hanan pacha y el Uku pacha  solo se puede dar en  el Kay pacha pero esto pasa por filosofar estos términos y traicionarlos conceptualizándolos con un nuevo horizonte hermenéutico.      

Esta traición filosófica empieza a cuajar en el Perú y me parece importante revisar el trabajo de Zenón de paz:

 

Víctor Samuel Rivera

Universidad Nacional Federico Villarreal, Perú

Zenón Depaz Toledo: La cosmo-visión andina en el Manuscrito de Huarochirí. Lima: Ediciones Vicio Perpetuo/ Vicio Perfecto, 2015, 344 pp.

Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades, vol. 20, núm. 39, pp. 573-580, 2018

Universidad de Sevilla

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Zenón Depaz es, sin lugar a dudas, uno de los más destacados cultores de la hermenéutica filosófica en el Perú actual. Depaz, oriundo de los Andes centrales peruanos, ha mostrado desde muy pronto a la vez también interés por la filosofía política y el pensamiento andino. Depaz ha logrado integrar esta diversidad de intereses en un único proyecto, del cual La cosmo-visión andina resulta a la vez logro y síntesis. En nuestro concepto, se trata de una operación aplicativa de la hermenéutica; en este caso, interpretar filosóficamente la herencia social del pensamiento prehispánico andino. Se trataría de una ontología de lo andino en la medida en que se articula la aplicación hermenéutica a lo que podríamos llamar una efectividad, es decir, una realidad dada, presente, subsistente y operante en las sociedades andinas actuales. El autor, que parece reconocer a su modo este interés en una dinámica ontológica de la efectividad andina, ha preferido denominarla de modo más sencillo “cosmo-visión andina” (cfr. pp. 17, 47, 201, 306), posiblemente para facilitar la traducción de la ontología hermenéutica a un eventual uso social. Como estrategia, el pensamiento de Depaz es una operación arqueológica de búsqueda del arché, la dimensión arcaica que subyace y funda de modo oculto el mundo andino presente.

La cosmo-visión andina ha desplegado su operación arqueológica en un doble camino: de un lado, se trata de traducir un lenguaje andino efectivo, que se expresa en mitos ancestrales y memorias religiosas, a un discurso ontológico; de otro, reconocer operativamente una efectividad al carácter arcaico de estos mismos mitos, des/activando el olvido y la ocultación de su efectividad a través de la filosofía.

Depaz sondea el horizonte del arché andino a través de la interpretación de un conjunto de testimonios manuscritos quechuas de finales del siglo XVI (posiblemente, en realidad, de inicios del XVII) que se halla en la Biblioteca Nacional de Madrid (p. 15); los testimonios allí contenidos fueron recopilados en su tiempo por el Padre Francisco de Ávila, clérigo mestizo cuya obra se halla dedicada a describir prácticas rituales y creencias andinas remanentes en el Perú católico del barroco austriaco1. En gran medida, como el mismo autor observa, el objetivo de Ávila parece haber sido rescatar la memoria social y el patrimonio de la cultura sagrada del Perú prehispánico (cfr. pp. 18-19, 24-25), por lo demás, una práctica reverente de conservación y registro de la alteridad que era propia de la cultura humanista de la Contrarreforma. Estos testimonios quechuas son conocidos como el Manuscrito de Huarochirí; se ha dispuesto antes de ellos en versión impresa a través de traducciones de José María Arguedas2 y, más recientemente, de Gérald Taylor3.

El Manuscrito de Huarochirí presenta testimonios de informantes anónimos bajo la forma de mitos (es decir, narraciones de origen inmemorial); un dato significativo, y que el autor toma en cuenta, es el carácter mestizo, de “fusión de horizontes” de estos mismos mitos. Como observa el lector, dado que estos mitos fueron expresiones narrativas de experiencias presentes de los informantes en el barroco peruano austriaco (y no meras historias pasadas), implican ya su integración en un horizonte cristiano (cfr. p. 101); se trata de un tema problemático en el pensamiento de Depaz, quien parece cuestionar el carácter patrimonial y aun ontológico del catolicismo barroco en la identidad andina contemporánea efectiva, real y existente, impulsando, incluso contra los testimonios mismos, una arcaizante agenda anticristiana.

Depaz sustenta el interés filosófico en el Manuscrito sobre la base de un diagnóstico catastrofista de la recepción de la modernidad en los Andes; en esto, la reiteración de un tópico común en esta clase de temas en las últimas dos décadas.

En efecto: La cosmo-visión andina parte de un diagnóstico catastrofista de la “modernidad” o “mundo moderno”: la modernidad habría mostrado sus efectos nefastos en la depredación de la naturaleza y el desastre ecológico y, dicho expresamente, también en ideas metafísicas que les resultan consubstanciales a estos hechos, como el individualismo y el relativismo; el emplazamiento de esta metafísica en el mundo andino habría generado una realidad humana orientada por una sobrevaloración de la economía y la libertad individual sobre toda dimensión ética e integradora con el cosmos (cfr. pp. 36, 66 y ss.); “anomia” y “nihilismo” (p. 34): el núcleo de la crítica se enfoca en la presunta desaparición de la experiencia de lo sagrado y la obra social salvífica de los ritos como consecuencia de la instalación del mundo moderno, con la consiguiente pérdida de sentido de la existencia humana (cfr. pp. 166-167). Este diagnóstico atraviesa transversalmente el conjunto del libro y re-significa sus afirmaciones filosóficas en términos de una suerte de gigantomaquia entre la sabiduría del mundo andino y los efectos del mundo moderno en los Andes. Depaz olvida muy pronto el carácter mestizo, católico y barroco de las fuentes testimoniales cristianas que le sirven de punto de partida.

La cosmo-visión andina se divide en cinco capítulos. Éstos no corresponden con la división interna del Manuscrito ni con sus temáticas; en lugar de eso, los capítulos han sido diseñados en analogía con un diccionario, como un lexicón de “nociones de gran alcance ontológico” (p. 307) que, en diversas ocasiones, el autor designa con la expresión kantiana (bastante poco ortodoxa en hermenéutica) “condiciones de posibilidad” (de la experiencia andina, se entiende; cfr. pp. 20, 204, 227, 324). Es notorio que el punto de partida de la argumentación en cada capítulo es siempre una recopilación comparativa de lexicones contemporáneos al Manuscrito en las lenguas aymara, quechua y también el dialecto aru, yauyu o jaqaru4, lenguas todas las cuales aún se hablan en los Andes: a partir del examen comparativo de las entradas de los lexicones barrocos, Depaz resemantiza los diversos mitos de los testimonios anónimos, extrayendo de ellos una reconstrucción narrativa, a través de los mitos mismos, de lo que las categorías ontológicas buscadas significarían en su carácter arcaico (p. 33). Se trataría de los “supuestos ontológicos de la experiencia humana” (andina). Buena parte de la estrategia aquí es realidad del lenguaje en que éstas se expresan y que es aún el lenguaje viviente en los Andes; de esta manera, el pasado mítico queda argumentativamente soldado en una continuidad histórica y social con el presente. Esta estrategia conduciría a pensar en una ontología andina (p. 294), como ocasionalmente Depaz mismo declara.

La cosmo-visión andina divide su contenido expositivo en cinco términos ontológicos clave: Pacha, Yana, Waka, Kama y Yachay. El primer capítulo se ha consagrado a Pacha, el mundo. La argumentación se inicia contrastando la concepción moderna y cartesiana del mundo como objeto disponible, “divisible en pedazos y manejable a voluntad” (p. 42) frente a las entradas de los lexicones indígenas en aymara, quechua y aru o jaqaru. En todos los casos, “pacha” se refiere a un mundo histórico específico, a un orden humano instalado en el tiempo, que constituye además un horizonte de sentido en el que el hombre halla una plenitud (p. 45). Depaz destaca también el carácter de ese mundo como un lugar donde el ser acontece en signos y señales, donde no se distingue la dimensión humana del origen divino de los signos, que está incorporado allí como una totalidad armónica, que implica belleza y bienestar (cfr. pp. 50 y ss.).generar una solución de continuidad entre las narraciones míticas del barroco andino y la Esto supone, ciertamente, una concepción hermenéutica de la comprensión, siempre abierta al acontecer.

En una audaz interpretación del primero de los testimonios consignado en el Manuscrito, el autor destaca “pacha” como un “ámbito” o “apertura” que implica un sentido comprometedor para el hombre que allí habita (cfr. pp. 52 y ss.). Según la exposición de La cosmo-visión andina, el “orden arcaico” de una pacha se halla inscrito en una dualidad waka (santa) desde la cual se establece un examen de la numerología andina que despliega esa dualidad inicial en una estructura cuádruple espacio-temporal, articulada por un quinto elemento, llamado chaupi o centro (cfr. pp. 59 y ss.; 82 y ss.). Toda época (pacha/mundo) es pues, territorial, y contiene un sentido oculto (chaupi) que la “hace posible” (p. 301), la perfecciona y completa desde un tiempo-espacio anterior no manifiesto, en el cual la estructura cuádruple alcanza su plenitud como lugar del hombre (cfr. pp. 61, 65-69). El capítulo II está consagrado a Yana, expresión quechua que habría que traducir como “complementariedad” o “pareja”; el texto desarrolla una agenda atendida ya desde el capítulo anterior: contrastar la concepción liberal y moderna del mundo humano como una suma de individuos libres y autónomos (cfr. pp. 66 y ss.) con una ontología del compromiso y la integración con pacha, esto es, el cosmos temporal interpretado.

En la traducción ontológica de yana, el ser se diría abierto a su complemento; éste regularmente es su opuesto, con todas las connotaciones valorativas que eso conlleva en torno de la visión ontológica andina de la existencia política y la sexualidad, vinculada, como el resto del orden de sentido, en torno a la fecundidad y la vida, tanto emocional como orgánica, así como a la solidaridad en la praxis social y religiosa. Depaz trata estos aspectos a través de mitos referidos al wakcha (al hombre solo, sin complemento y requerido de solidaridad; cfr. pp. 115 y ss.). El autor enfatiza el orden relacional que la hermenéutica de yana sugiere, en un extenso acápite dedicado al vínculo entre dioses y hombres; aunque ambos mantienen entre sí una relación de verticalidad, en nuestro concepto, un a priori de sentido de toda religión posible (andina o no), se muestran en un vínculo que, a través de los ritos y sacrificios, compromete a los dioses con los hombres, exigiendo la alianza y el milagro como consecuencia de la praxis del sacrificio mismo (cfr. pp. 127-130). La reciprocidad, una práctica social de integración y comunidad, hace de los dioses (los waka), solidarios con el hombre en la consumación arcaica del rito, que se hace así necesariamente eficaz y –por decirlo así- constituyente de mundo, del conjunto de los seres como una totalidad de sentido (cfr. pp. 140 y ss.).

El capítulo III está dedicado a Waka, que Depaz traduce como “lo sagrado”. En principio, de acuerdo a los lexicones empleados por el autor, el término se refiere a “condición extraordinaria”, “mostrar algo que excede lo habitual y regular”; algo “sobrecogedor” que se mostraría singularmente en las imágenes sagradas y diversos elementos de la naturaleza (p. 148); Depaz añade la “potencia genésica y propiciatoria” (p. 152), que conllevaría las entradas adicionales de peligro y atracción, todo lo cual sugiere acudir al conocido clásico de fenomenología de la religión de Rudolph Otto, Lo Santo (1917)5.

Especial interés merece aquí el comentario del autor al capítulo 21° del Manuscrito; se trata del relato de Don Cristóbal Choquecaxa, indígena católico quien habría sido visitado en sueños por los waka ancestrales, a quienes entregaría finalmente su adhesión (p. 156). La narración sobre los sueños de Choquecaxa dan lugar a uno de los más polémicos excursos del libro, en que el autor trata de mostrar la superioridad de la religión andina ancestral sobre el cristianismo (cfr. pp. 163-174).

Ya desde la introducción, y en diversas partes, insistentemente, Depaz asocia el cristianismo con el diagnóstico nefasto inicial sobre el mundo moderno, cuyas consecuencias funestas de nihilismo, anomia y liberalismo metafísico entronca en la teología; en este relato, modernidad catastrófica y cristianismo no serían sino la solución de continuidad de un mismo proceso de exclusión y retirada de los dioses, como era el pensar de Nietzsche, a quien se cita (p. 166). La argumentación anticristiana de Depaz se enfoca en el concepto judeocristiano de la creación ex nihilo; según el autor, este concepto conduce a la disociación del sentido del mundo que el hombre moderno ocupa, hundiéndose así en la anomia liberal y el nihilismo (cfr. p. 170). El punto de quiebre sería la concepción teológica de “un Dios único, exclusivo y excluyente” (ibid.), “fuera del mundo” (p. 171), lo cual implicaría la cosificación del mundo hecha por el racionalismo, la epistemología y la ciencia moderna6. En consecuencia

–argumenta Depaz- “lo sagrado tiene que ser inmanente al mundo”, como lo

sería en la cosmovisión andina precristiana (p. 173).

Olvida quizá Depaz por un momento el carácter ambiguo de lo que debe entenderse por waka en un contexto más amplio donde lo andino ha incorporado al cristianismo en la pacha misma, como el nihilismo y el cientificismo lo han hecho también en su mundo vaciado de sentido. El mundo moderno ha secularizado el cristianismo, instalando en su mundo el cristianismo nihilista de los teólogos de la muerte de Dios y la teología débil, por ejemplo, en donde ya no hay sentido de la vida, ni ritos operativos de la sacralidad, sino una suerte de soledad metafísica donde la religión lo inserta en el orden de la economía, o lo condena a la autoindulgencia narcisista; lo ha hecho, además, por la violencia y el poder. Si bien en teoría un Dios extraño del mundo puede motivar consecuencias nihilistas y liberales, no puede decirse que se trata de una afirmación a modo de causa. Hace tiempo, el conde Joseph de Maistre ha mostrado la compatibilidad esencial entre el carácter efectivo del mundo ritual de los antiguos dioses y el del cristianismo7, como puede documentarse, en realidad, al menos desde Lactancio8, y que corresponde, por su antigüedad, al carácter arcaico y la plenitud de todo cristianismo posible, del que el nihilista, débil o liberal debe tomarse como kakophanía. En cualquier caso, hay un cristianismo social andino que ha sido asumido andinamente, y no cientificista, liberal o nihilistamente, y es ese cristianismo arcaico (y nunca el otro) el interlocutor y el acompañante de la efectividad de lo andino actual mismo.

Las antiguas divinidades locales andinas han sido recogidas y elevadas por el cristianismo barroco, que las ha re-significado conservando la cosmo-visión de su dimensión arcaica. ¿Qué no es la venerada mamacha Virgen de Chapi de Arequipa, sino la Virgen del Chaupi? (cfr. p. 196). El propio Depaz, en el mismo capítulo III y parte del IV, aborda un mito sobre el apocalipsis andino que apunta a lo mismo, aunque el autor, curiosamente, no parezca percibirlo: en el capítulo 14° del Manuscrito, el Emperador Hayna Cápac, poco antes de la conquista española, resuelve ocultarse en el lago Titicaca; lleva consigo la alacita (figura diminuta que anticipa un pacha/mundo)9 de la “Señora” (en español en el original testimonio quechua; p. 186), una hermana (complemento), rubia, don enviado de “el Padre” desde la región solar del Mar, y cuyo relato cierra el ciclo originario del Imperio en un destello de luz resplandeciente (cfr. pp. 174 y ss.; 257-263). Es notorio el culto festivo y matricial en el Titicaca actual de las imágenes de la Virgen de Copacabana y la mamacha Candelaria, idénticas en figura a la Virgen de Chapi (chaupi); todas ellas son imágenes de tamaño pequeño (alacitas) que llevan una luz resplandeciente en la mano derecha. Si el mito se plasma en simbología e imagen arcaica, las coronas de las vírgenes/ alacitas son también reinado imperial oculto y yana-complementario de los soberanos de los Andes, que allí reposan waka-hermanos. Nada de nihilismo, anomia o pérdida del sentido de la vida, como encuentra Depaz (cfr. pp. 264- 265), pace esos teólogos débiles de la Tierra del Ocaso, que rondan tal vez hoy por la Roma de Pedro y Pablo.

El capítulo IV es dedicado a Kama, “una de las nociones de mayor alcance ontológico en el Manuscrito” (p. 211); el autor traduce “ánimo vital”, pero subraya pronto un cierto carácter pragmático, relacionado con capacidad o potencia-para realizar o crear (cfr. pp. 213-214), a la vez norma de acción y compromiso cuya realización de alguna manera establece y constituye el pacha/ mundo como una totalidad de sentido; “se manifiesta en un obrar o en un hacer” (p. 223), que apunta a la perpetuidad; el símbolo de ésta es la petrificación en una imagen lítica (sólida) waka (cfr. pp. 233 y ss.; 320). El capítulo V, dedicado a Yachay, “la experiencia”, se inicia como otros en contraste con el mundo moderno (p. 263). Como imagen del saber, revela desde el examen de los lexicones las ideas de “morar, residir” (p. 264) y llevar una buena vida (cfr. p. 165); el autor insiste en la idea de un saber interpretativo y profético, que en parte parece analogar la hermenéutica filosófica y la concepción andina de la racionalidad, ajena así a toda clase de racionalismo, liberalismo o cientificismo (cfr. pp. 272-273; 274-278). Depaz insiste en el contraste entre la concepción andina-hermenéutica del saber frente a la “episteme occidental”, esta vez por medio de un examen del capítulo 18° del Manuscrito (cfr. pp. 284-291).

Una tesis central de Depaz que puede pasar desapercibida y que, sin embargo, juega un rol decisivo en la solidez y las pretensiones filosóficas del texto descansa en el uso peculiar del término “dispositivo” (cfr. pp. 26-27) que parece remitir –sin mención- a Giorgio Agamben o Michel Foucault10. Se trata de un elemento central para hacer un espacio a los testimonios anónimos en forma de narraciones inmemoriales que actúan y ejercen un rol en el presente. Casi con la letra misma del Manuscrito, “los españoles” contarían con un “dispositivo” de memoria social, que ordena y gobierna la recuperación del pasado, a la par que castiga y extingue formas de memoria no fijadas, en particular de la memoria oral andina (cfr. p. 27); este dispositivo quedaría desactivado al transformar la oralidad andina en el mismo dispositivo escrito; se trata claramente de una “profanación”, en el sentido de Agamben, que sustraería del olvido lo destinado a su ocultamiento11. El lector entre líneas entiende que esta posición sería extendida por Depaz por analogía al propio texto: La cosmo- visión andina actuaría como un mecanismo de poder-saber cuya función sería profanar/desactivar un dispositivo de oclusión; lograría este propósito al poner la filosofía/hermenéutica occidental al servicio del sustrato arcaico de ésta (la filosofía) en el contexto de los Andes. Esto implicaría -aunque el autor no se atreva a afirmarlo- una versión andina de la filosofía misma como discurso: se habría creado así un lenguaje filosófico (y no antropológico, económico o político) para el pensar de lo andino12.

La cosmo-visión andina debe ser considerado un texto polémicamente antimoderno, de lo cual extrae una capacidad interlocutora frente a la modernidad occidental en general. Lejos de tomar en cuenta la realidad efectiva del catolicismo mestizo de los Andes, el enfoque de Depaz se centra contra el racionalismo cientificista moderno (cfr. pp. 269, 325) que (astutamente) el autor extiende también a la teología metafísica del catolicismo barroco del Padre Ávila (cfr. pp. 264, 284). Como se ha visto, Depaz propone una recuperación arcaica desde la catástrofe: en mucho recuerda este tipo de discurso a La crise du monde moderne, del tradicionalista laico René Guénon (1919)13. Sin duda, estamos ante una versión andina de arcaísmo en lenguaje hermenéutico.

El autor de La cosmo-visión andina ha logrado una hermenéutica andina desde lo andino mismo; su proceder ha sido una arqueología, la recuperación de un origen y un pasado que se presenta como un silencio del presente, un arché que actúa y articula las prácticas, creencias y valores andinos, lo que incluye –pace Depaz- la eficacia de los ritos y sacrificios del cristianismo barroco instalado en los Andes, las procesiones, danzas sagradas y misas andinas. A diferencia de los pensadores decoloniales al uso y de los filósofos de la liberación, que apuntan a un futuro social utópico por construir (cfr. pp. 263, 322), Depaz desactiva correctamente el olvido de un pasado ancestral para revelarlo como futuro anterior (cfr. p. 25); en un contexto polémico antimoderno, este futuro anterior debe ser considerado, no como expectativa de futuro, sino como una expectativa de pasado. Este pasado-actual arcaico (cfr. pp. 45-47) es ontología de un mundo social subsistente y fundante y, por lo mismo –agregamos-, también es y debe ser política; política ontológica, arcaica y silenciosa sobre la que, en los Andes barrocos, habitamos (cfr. 302- 303). Caetera desiderantur…

Notas

1. F. de Ávila, Tratado y relación de los errores, falsos dioses y otras supersticiones y ritos diabólicos de los indios de Huarochirí, Mama y Chaclla, 1608.

2. J. Arguedas (traductor) y P. Duviols (editor), Dioses y hombres de Huarochirí. Narración quechua recogida por Francisco de Ávila, Lima, Instituto de Estudios Peruanos – Museo Nacional.

3. G. Taylor, Rites et traditions de Huarochirí : Manuscrit Quechua du début du 17e siècle, Paris. L’Harmattan, 1980; G. Taylor y A. Acosta, Ritos y tradiciones de Huarochirí del siglo XVII, Lima, Instituto de Estudios Peruanos – Instituto Francés de Estudios Andinos.

4. L. Bertonio, Vocabulario de la lengua aymara, 1612; D. González Holguín, Vocabulario de la lengua general de todo el Perú llamada quechua, 1608; D. de Santo Tomás, Lexicón o vocabulario de la lengua general del Perú, 1560.

5. Cfr. R. Otto, Le Sacré. L’Élément non-rationnel dans l’idée du divin et sa relation avec le rationnel, Paris, Payot, 1949, cap. I.

6. Cfr. H. Meyer, La tecnificación del mundo. Origen, esencia, peligros, Madrid, Gredos, 1966.

7. Cfr. J. de Maistre, « Éclaircissement sur les Sacrifices », en P. Glaudes (éditeur), Joseph de Maistre, Œuvres, Paris, Robert Laffont, 2007, cap. I.

8. Lactancio, Instituciones Divinas, Barcelona, Gredos, 1990, 2 v.

9. Cfr. V. Ochoa, “Alacita en la cultura aymara”, en Boletín ocasional (Puno), N° 35, 1976, pp. 1-13.

10. Cfr. G. Agamben, ¿Qué es un dispositivo?, seguido de El amigo y La Iglesia y el reino, Barcelona, Anagrama, 2010.

11. Cfr. G. Agamben, Profanaciones (2005), Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2013.

12. Hay que reconocer al margen el reconocido y ya clásico aporte de J. Estermann, Filosofía andina. Estudio de la sabiduría autóctona andina, Quito, Abya-Yala, 1998.

13. R. Guénon, La crise du monde moderne, Paris, NRF, 1970.

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=IcCiU-24N7c

 

https://escriturasvirreinales.files.wordpress.com/2014/03/121103492-manuscrito-quechua-de-huarochiri.pdf?fbclid=IwAR0qcmxxjVMnHz17TxKtYFDmIjTvCrCh9Y-Jc5ueQ3xfHWuHYFeeQRk-ylI

 

Si inspiras llegas al no ser a lo ilimitado desde aquí se funda todo y nace todo si expiras produce el ser con todos sus entes, recreas el mundo, pero el pecado no nos deja respirar bien y entonces no se produce el tinkuy en encuentro entre los dos mundos.

0→←1

A esto le llamamos contra transferencia, la comunión del mundo del ser el Hana pacha y del mundo del no ser el Uku pacha se ha roto, decimos mundo pero pacha significa caoscosmos, orden y desorden integrados.

Todo está en Yana en Pacha es decir todo está en complementariedad, integrado.

Pero el pecado no nos hace respirar bien, comprendemos la estructura de desobediencia por la que somos expulsados del paraíso de la levedad del ser y caemos en esta gravedad del devenir, Aquino podemos respirar, recuerda el hanan pacha no puede perdonar porque en los entes queda la huella de la maldad, solo el uku pacha que es trascendente que entre al nirvana como buda puede perdonar como en el no ser la conciencia diluye al ser y a todas sus heridas, recreándolo, resucitándolo, por esto no nos podemos quedar en el Hanan pacha donde la pacha mama reina sino que hay que ir al uku pacha donde el Taita pacha reina, solo podemos ir gracias a Jesucristo que es el Illay ticsi Wiracocha es decir aquel que resplandece siendo el fundamento al lograr la comunión del ser y el no ser con su sangre , el llena el lago de sangre pero sin derramar sangre inocente sino que con su sangre Waka, hace fluir de nuevo el Kamac reconciliado  a Pacha en el Iachay  principal, la experiencia cero el misterio pascual, desde esa experiencia contemplamos la trinidad, Es decir el tinkuy entre el Hanan pacha y el Uku pacha , eh aquí el Kay pacha en una sintransferencia ya no hay más conflicto, ya no hay más guerra la oposición dio paso a la comunión.

 

Desde esta comunión podemos formar el nuevo tawantinsuyo siendo su fundamento su chaupi la Matria en donde el Iachay se recrea, logrando la contemplación de la trinidad del Kay pacha, es decir logrando respirar.

 

Así nos distanciamos diacríticamente de Zenon Depaz no proponemos una vuelta de lo  prehispánico a nuestra contemporaneidad  sino  un traspaso en un pachacuten que inici un nuevo ciclo donde lo que prime sea  una complementariedad que permita la integración de lo diverso en una unidad espiritual en un tinkuy en un encuentro de sintransferencia ontológica donde nuestro ser entre en real comunión.        

sábado, 14 de octubre de 2023

Ágape

 

Ágape

 

"El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es Ágape" (Diccionario Strong griego #26 ἀγάπη AGÁPE)

Como el Sol, como un copo de nieve, como un cadáver devorado por los gusanos.

I N R I

In Necis Renacere Integer «En la muerte renazco integro»

 

 https://www.youtube.com/watch?v=zLVgVvpNdhU

 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; solo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, 10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

Papa Alejandro VI

El príncipe de Maquiavelo 

(Játiva1 de enero de 1431-Roma18 de agosto de 1503) fue el papa n.º 214 de la Iglesia católica entre 1492 y 1503. Su nombre de nacimiento era Rodrigo Lanzol y de Borja12​ (en castellano conocido como Rodrigo de Borja y en italiano como Rodrigo Borgia). Hijo de Jofré de Borja y Escrivá y de Isabel de Borja, hermana de Alfonso de Borja, quien fue obispo de Valencia y posteriormente papa Calixto III.34

Rodrigo de Borja alcanzó y mantuvo el poder mediante nepotismo, y ascendió dentro de la jerarquía de la Iglesia católica debido a su relación con el papa Calixto III, que era su tío. Esta relación familiar le facilitó el acceso a cardenal diácono y el desempeño de numerosos cargos de gran importancia dentro y fuera de la Curia Romana, que le permitieron hacerse con las influencias políticas y el prestigio que, finalmente, le llevaron al solio pontificio en 1492.5

Una vez elegido papa como Alejandro VI, desencadenó y se involucró en decenas de situaciones políticas, envuelto en intrigas y en las tormentosas y traicioneras relaciones entre los poderes internacionales. Buscó a través de alianzas políticas y conspiraciones hacer que su familia se consolidase dentro de la nobleza italiana y acrecentar en toda posible ocasión su poderío, tarea que emprendió en conjunto con sus hijos, JuanCésarLucrecia y Jofre, los cuales sirvieron como instrumentos de sus maquinaciones políticas.6

A través de la Guerra italiana de 1494-1498 y la Guerra de Nápoles (1501-1504) se las ingenió para no solo asegurar su poderío, sino para acrecentarlo, valiéndose de las rivalidades entre las potencias de la época y las tensiones políticas entre las familias de la aristocracia europea, de manera que consiguió durante los 11 años que duró su papado impulsarse hasta la cima del poder en la península itálica.7

Las mismas intrigas y poderes que le sirvieron para llevar a la Casa de Borgia a la cima aseguraron su destrucción, pues todo el poder que los Borgia habían obtenido, inclusive el éxito militar de César Borgia, giraba en torno a los Estados Pontificios y por ende dependía de la permanencia de Alejandro VI en el poder, por lo cual la vasta red de condados, principados y territorios que los Borgia habían puesto a sus pies sucumbió ipso facto con su muerte, sellando el destino de César Borgia, quien moriría cuatro años después en 1507, sepultando la era de los Borgia.8

 

 

Los hombres han imaginado repúblicas y principados que nunca existieron realmente. Sin embargo, la forma en que viven los hombres está tan alejada de la forma en que deberían vivir que cualquiera que abandone lo que es por lo que debería ser persigue su caída en lugar de su preservación; porque un hombre que lucha por la bondad en todos sus actos seguramente arruinará, ya que hay muchos hombres que no son buenos.

 

Al abordar la cuestión de si es mejor ser amado o temido, Maquiavelo escribe: «La respuesta es que a uno le gustaría ser lo uno y lo otro; pero debido a que es difícil combinarlos, es mucho más seguro ser temido que ser amado si no puedes ser ambos».

 

Respecto a las tropas del príncipe, el miedo es absolutamente necesario para mantener unida a una gran guarnición y al príncipe no le debe importar el pensamiento de crueldad en ese sentido. Para un príncipe que dirige su propio ejército, es imperativo que observe la crueldad porque esa es la única forma en que puede obtener el respeto absoluto de sus soldados. Maquiavelo compara dos grandes líderes militares: Aníbal Barca y Escipión el Africano. Aunque el ejército de Aníbal estaba formado por hombres de varias razas, nunca fueron rebeldes porque temían a su líder. Maquiavelo dice que esto requería la «crueldad inhumana» a la que se refiere como una virtud. Los hombres de Escipión, por otro lado, eran conocidos por su motín y disensión, debido a la «excesiva misericordia» de Escipión, que sin embargo era una fuente de gloria porque vivía en una república.

 

Maquiavelo nota que un príncipe es elogiado por cumplir su palabra. Sin embargo, también señala que un príncipe también es elogiado por la ilusión de ser confiable en cumplir su palabra. Por lo tanto, un príncipe solo debe cumplir su palabra cuando se adapte a sus propósitos, pero hacer todo lo posible para mantener la ilusión de que cumple su palabra y de que es confiable al respecto. Por lo tanto, un príncipe no debe romper su palabra innecesariamente.

Como señala Maquiavelo: «Debe parecer compasivo, fiel a su palabra, inocente y devoto. Y de hecho debería ser así. Pero su disposición debe ser tal que, si necesita ser lo opuesto, sabe cómo hacerlo». Como se señala en el capítulo 15, el príncipe debe parecer virtuoso y debe ser virtuoso, pero debería poder ser de otra manera cuando el tiempo lo requiere; eso incluye ser capaz de mentir, aunque por mucho que mienta, siempre debe mantener la apariencia de ser sincero.

 

 

Es mejor ser impetuoso que cauteloso, porque la fortuna es una mujer y es necesario, si uno quiere sujetarla, golpearla y golpearla

 

Amor erótico

 

En la mitología griegaEros (en griego clásico, Ἔρως, Ἔρωτος; en griego moderno, Έρως; en latínEros) es el dios primordial responsable de la atracción sexual, el amor venerado también como un dios de la fertilidad. En algunos mitos era hijo de Nicte y Erebo pero también se decía que fue de Afrodita y Ares aunque según El banquete de Platón fue concebido por Poros (la abundancia) y Penia (la pobreza) en el cumpleaños de Afrodita. Esto explicaba los diferentes aspectos del amor.

A veces era llamado Eleuterios (Ἐλευθερεύς), ‘el libertador’ como Dioniso. Su equivalente romano era Cupido (‘deseo’), también conocido como Amor.

Su estatua podía encontrarse en las palestras, uno de los principales lugares de reunión de los hombres con sus amados, y a él hacían sacrificios los espartanos antes de la batalla. Meleagro recoge este papel en un poema conservado en la Antología Palatina: «La reina Cipria, una mujer, aviva el fuego que enloquece a los hombres por las mujeres, pero el propio Eros convence la pasión de los hombres por los hombres».1

Concepciones de Eros

En el pensamiento griego parece haber dos aspectos en la concepción de Eros. En el primero es una deidad primordial que encarna no solo la fuerza del amor erótico sino también el impulso creativo de la siempre floreciente naturaleza, la Luz primigenia que es responsable de la creación y el orden de todas las cosas en el cosmos. En la Teogonía de Hesíodo, el más famoso de los mitos de creación griegos, Eros surgió tras el Caos primordial junto con Gea, la Tierra, y Tártaro, el Inframundo. De acuerdo con la obra de Aristófanes Las aves, Eros brotó de un huevo puesto por la Noche (Nix), quien lo había concebido con la Oscuridad (Érebo). En los misterios eleusinos era adorado como Protógono (Πρωτόγονος), el ‘primero en nacer’.

Posteriormente aparece la versión alternativa que hacía a Eros hijo de Afrodita con Ares (más comúnmente), Hermes o Hefesto, o de Poros y Penia, o a veces de Iris y Céfiro. Este Eros era un ayudante de Afrodita, que dirigía la fuerza primordial del amor y la llevaba a los mortales.

En algunas versiones tenía dos hermanos llamados Anteros, la personificación del amor correspondido, e Hímero, la del deseo sexual.

La adoración de Eros era poco común en la Grecia más antigua, pero más tarde llegaría a estar muy extendida. Fue adorado fervientemente por un culto a la fertilidad en Tespia y jugó un importante papel en los misterios eleusinos. En Atenas, compartió con Afrodita un culto muy popular y se le consagraba el cuarto día de cada mes.

Mitos

Eros, muy enfadado con Apolo al haber bromeado este sobre sus habilidades como arquero, hizo que se enamorase de la ninfa Dafne, hija de Ladón, quien lo rechazó. Dafne rezó al dios río Peneo pidiendo ayuda, y fue transformada en un árbol de laurel, que se consagró a Apolo.

La historia de Eros y Psique tiene una larga tradición como cuento popular del antiguo mundo grecorromano mucho antes de que fuera escrita, por primera vez en la novela latina de Apuleyo El asno de oro, siendo una evidente e interesante combinación de roles. La propia novela tiene el estilo picaresco romano, aunque Psique y Afrodita retienen su carácter griego, siendo Eros el único cuyo papel procede de su equivalente en el panteón romano.

La historia es narrada como digresión y paralelo estructural al argumento principal de la novela de Apuleyo. Narra la lucha por el amor y la confianza entre Eros y la princesa Psique, cuyo nombre es difícil de traducir apropiadamente, pues trasciende los idiomas griego y latino, pero puede considerarse que significa ‘alma’, ‘mente’, o mejor ambas. Afrodita estaba celosa de la belleza de la mortal Psique, pues los hombres estaban abandonando sus altares para adorar en su lugar a una simple mujer, y así ordenó a su hijo Eros que la hiciera enamorarse del hombre más feo del mundo. Pero el propio Eros se enamoró de Psique, y la llevó por arte de magia a su casa. Su frágil paz fue arruinada por una visita de las celosas hermanas de Psique, quienes hicieron que ésta traicionara su confianza. Herido, este la expulsó y Psique vagó por la tierra, buscando a su amor perdido. Apuleyo atribuye en su obra una hija de Eros a Psique, Hedoné, cuyo nombre significa ‘placer’.

 

No hay otra manera de superar el cálculo maquiavélico, solo eros con toda su pasión puede ir  más allá, un pueblo que ama a Moisés que esta trasferido completamente a su líder puede soportar la prueba de los 40 años en el desierto y purificarse.

Napoleón Bonaparte

El Espíritu absoluto Hegel

Cuando abrió el primer sello, oí al primer ser viviente, que decía: Ven. Miré y vi un caballo blanco, y el que montaba sobre él tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió vencedor, y para vencer.

 

 Napoleone Buonaparte; Ajaccio, 15 de agosto de 1769-Santa Elena, 5 de mayo de 1821) más tarde conocido por su nombre regio Napoleón I, fue un militar y político francés nacido en Córcega que saltó a la fama durante la Revolución francesa y dirigió exitosas campañas durante las Guerras revolucionarias. Fue el líder de facto de la República Francesa como primer cónsul desde 1799 hasta 1804, y después emperador de los franceses desde 1804 hasta 1814 y de nuevo en 1815. El legado político y cultural de Napoleón perdura hasta nuestros días, como líder tan célebre como controvertido. Inició muchas reformas liberales que han perdurado en la sociedad, y se le considera uno de los más grandes comandantes militares de la historia. Sus campañas aún se estudian en las academias militares de todo el mundo. Entre tres y seis millones de civiles y soldados murieron en lo que se conoció como las guerras napoleónicas.45

Napoleón nació en la isla de Córcega, poco después de su anexión por Francia, en el seno de una familia nativa descendiente de la pequeña nobleza italiana.67​ Apoyó la Revolución francesa en 1789 mientras servía en el ejército francés, e intentó difundir sus ideales en su Córcega natal. Ascendió rápidamente en el ejército tras salvar al Directorio francés en el poder disparando contra insurgentes monárquicos. En 1796, inició una campaña militar contra los austriacos y sus aliados italianos, anotándose victorias decisivas y convirtiéndose en un héroe nacional. Dos años más tarde, dirigió una expedición militar a Egipto que le sirvió de trampolín hacia el poder político. Organizó un golpe de Estado en noviembre de 1799 y se convirtió en primer cónsul de la República.

Las diferencias con el Reino Unido hicieron que Francia se enfrentara a la Tercera Coalición en 1805. Napoleón hizo añicos esta coalición con victorias en la campaña de Ulm y en la batalla de Austerlitz, que condujeron a la disolución del Sacro Imperio Romano Germánico. En 1806, la Cuarta Coalición se levantó en armas contra él. Napoleón derrotó a Prusia en las batallas de Jena y Auerstedt, hizo marchar a la Grande Armée hacia Europa Oriental y derrotó a los rusos en junio de 1807 en Friedland, obligando a las naciones derrotadas de la Cuarta Coalición a aceptar los Tratados de Tilsit. Dos años más tarde, los austriacos volvieron a desafiar a los franceses durante la guerra de la Quinta Coalición, pero Napoleón solidificó su dominio sobre Europa tras triunfar en la batalla de Wagram.

Con la esperanza de extender el Bloqueo Continental, su embargo contra Gran Bretaña, Napoleón invadió la península ibérica y declaró rey de España a su hermano José en 1808. Los españoles y los portugueses se sublevaron en la guerra Peninsular ayudados por un ejército británico, que culminó con la derrota de los mariscales de Napoleón. Napoleón lanzó una invasión de Rusia en el verano de 1812. La campaña resultante fue testigo de la catastrófica retirada de la Grande Armée de Napoleón. En 1813, Prusia y Austria se unieron a las fuerzas rusas en una Sexta Coalición contra Francia, cuyo resultado fue un gran ejército de la coalición que derrotó a Napoleón en la batalla de Leipzig. La coalición invadió Francia y capturó París, obligando a Napoleón a abdicar en abril de 1814. Fue exiliado a la isla de Elba, entre Córcega e Italia. En Francia, los Borbones regresaron al poder.

Napoleón escapó en febrero de 1815 y tomó el control de Francia.8​ Los aliados respondieron formando la Séptima Coalición, que derrotó a Napoleón en la batalla de Waterloo en junio de 1815. Los británicos le exiliaron a la remota isla de Santa Elena en el Atlántico, donde murió en 1821 a la edad de 51 años.

Napoleón tuvo un gran impacto en el mundo moderno, llevando reformas liberales a las tierras que conquistó, especialmente las regiones de los Países Bajos, Suiza y partes de la Italia y Alemania modernas. Puso en práctica numerosas políticas liberales en Francia y Europa Occidental.

  El Espíritu Absoluto representa el último paso en el camino del Espíritu hacia sí mismo. Es el cierre reflexivo en el que dicho Espíritu se reconoce a sí mismo en todas las cosas, efectivamente como Absoluto que vuelve en sí desde su determinación. Como siempre ocurre en todos los momentos dialécticos, este cierre no es, por así decir, algo definitivo. El Absoluto se fractura ahora en tres momentos que implican una respectividad dialéctica, lo que quiere decir, que están en una relación negativa unos con otros. El arte es la forma en la que el Absoluto vuelve en sí, pero no en su identidad, sino reconociéndose en la diversidad de las cosas como reflejo por la que cada una recoge en sí a todas las demás. El arte percibe en las cosas a todas las cosas, de modo que cada una se hace imagen y signo del Absoluto mismo. Pero tiene en sí la negatividad de que en la obra ese Absoluto se da en la diversidad material, en forma de belleza, que es reflejo sensible de la idea. De ahí que el Absoluto artístico remita a su esencia como algo que lo trasciende, y pasa así a ser religión, que es reconocimiento del Absoluto, no en las cosas, sino en sí mismo como sujeto que es Dios. Mas tampoco ahí descansa en sí el Absoluto, ya que tiene en sí la contradicción de ser lo contrario de todas sus determinaciones, o la negación de todas las cosas, como lo absolutamente otro. Ese último momento alienante del Espíritu Absoluto, se supera ahora en la Filosofía, en la que se reconcilian los dos momentos antitéticos que representan Arte y Religión, en una reflexión en el que el sujeto reconoce en Dios la forma alienada de sí mismo. Y ahora sí, se reconoce a sí mismo en todo lo demás.

 

"El capullo desaparece al abrirse la flor, y podría decirse que aquél es refutado por ésta; del mismo modo que el fruto hace aparecer la flor como un falso ser allí de la planta, mostrándose como la verdad de ésta en vez de aquélla. Estas formas no sólo se distinguen entre sí, sino que se eliminan las unas a las otras como incompatibles. Pero, en su fluir, constituyen al mismo tiempo otros tantos momentos de una unidad orgánica, en la que, lejos de contradecirse, son todos igualmente necesarios, y esta igual necesidad es cabalmente la que constituye la vida del todo."

 

La fenomenología del espíritu no parte del saber absoluto, pero conduce necesariamente a él. Desde entonces puede el pensamiento situarse en la inmediatez de lo Absoluto mismo, ser ciencia de la Idea absoluta. Esta ciencia procede a su vez dialécticamente; el proceso de sucesivas afirmaciones y negaciones que condujo de la certidumbre sensible al saber absoluto es el mismo proceso que sirve a la filosofía para manifestar la Idea. En su ser en sí, la Idea absoluta es el tema de la Lógica. En su ser fuera de sí, la Idea absoluta es el tema de la Filosofía de la Naturaleza. En su ser en y para sí mismo, la Idea absoluta es el tema de la Filosofía del Espíritu. Como ciencia de la Idea en su ser en sí, la Lógica comienza con la teoría del ser. El ser es la noción más universal, pero al mismo tiempo la más indeterminada. Al ser negado todo contenido en esta suma abstracción, el ser se convierte en la nada. Pero esta negación del ser queda superada por su negación misma, por el devenir (en alemán: Werden), síntesis de ser y nada. El resultado de esta síntesis es la Existencia (Dasein) en cuanto Ser determinado. Este ser determinado está determinado por una cualidad, por medio de la cual se convierte en un algo. Como el carácter determinado del algo es equivalente a un límite, el algo de que se trata tiene que ser limitado. Esta limitación es la cantidad. La cantidad es a su vez límite, pero sin establecer en qué proporción lo es. Es, pues, menester que el algo determinado o cualidad limitado por la cantidad sea determinado por la medida. Cualidad, cantidad y medida son momentos de la primera parte de la lógica, que es a su vez el primer momento del sistema completo del ser, es decir, del ser en cuanto ser en sí. Como segundo momento aparece el ser en su manifestación o verdad: la esencia, que es a su vez afirmada, negada y superada en su ser en sí o esencia como tal, en su manifestación o fenómeno y en su unión con el fenómeno, esto es, en su realidad. En su ser en y para sí mismo ("Selbst") , como resultado de su completo auto-desenvolvimiento, el ser es el concepto. El concepto es la síntesis de los dos momentos principales del ser, es unión del ser y de la esencia, liberación de la necesidad de la esencia, ser de la substancia en su libertad; como concepto subjetivo es universalidad, negación de ésta o particularidad, y superación de los dos momentos o individualidad. En el concepto son pensados su ser en sí y el juicio como momentos opuestos unidos en el raciocinio o conclusión, que permite expresar en una síntesis la universalidad de lo individual. Como concepto objetivo, revela el concepto su ser fuera de sí en sus momentos del mecanicismo, del proceso químico y de la teleología o finalidad orgánica, donde el concepto se convierte en la idea directora de una totalidad que había permanecido como disgregada en los dos momentos precedentes. Y, finalmente, como Idea, el concepto es la síntesis de los conceptos subjetivo y objetivo, la verdadera y plena unión del ser con la esencia después de haberse manifestado en su totalidad, la Idea absoluta que vuelve a sí misma tras la dialéctica que en el ser, en la esencia y en el concepto ha encontrado sus negaciones y superaciones, pues en la Idea se manifiesta de un modo radical la síntesis de las contradicciones del concepto, que es a su vez la síntesis de las contradicciones del ser.

Ahora bien, la Idea, que la lógica estudia en su ser en sí, es estudiada por la filosofía de la Naturaleza en su alteridad. También en ella se desenvuelven sus manifestaciones dialécticamente: en su estado de alteridad, la Naturaleza tiende continuamente a volver a la Idea en su ser en y para sí misma, pues la Naturaleza es como el estado de máxima tensión de la Idea, el momento en que la Idea ha llegado hasta el límite de su ser-otro y en que, por consiguiente, emprende el camino hacia la subjetividad. El primer momento de esta marcha viene representado por la Naturaleza tal como es objeto de consideración por la mecánica: como lo inorgánico puro, como lo que está sometido al espacio, al tiempo y a la gravedad; en el segundo momento aparece como lo físico, que no es solo lo cuantitativo, sino el comienzo de una subjetividad de la Naturaleza expresada en los fenómenos químicos y eléctricos; en el tercer momento, como lo orgánico, lo individual, lo opuesto a la exterioridad de lo mecánico, lo que es ya casi umbral de la subjetividad.

La Idea en su ser en y para sí misma, al regresar del gran círculo en que, a partir de su ser en sí, recorrió los sucesivos momentos de su alteridad, constituye el objeto de la filosofía del espíritu. También en ella alcanza el Espíritu su pura y absoluta interioridad a través de un movimiento dialéctico en el cual el Espíritu como ser en sí es Espíritu subjetivo, como ser fuera de sí o por sí es Espíritu objetivo, y como ser en y para sí mismo es Espíritu absoluto. El Espíritu subjetivo es el espíritu individual, afincado en la naturaleza humana y en marcha continua hacia la conciencia de su independencia y libertad. A través de los grados de la sensación y del sentimiento, fases corporales que facilitan el acceso a la entrada en sí mismo, el Espíritu subjetivo llega a su conciencia, al entendimiento y finalmente a la razón. Libertado el Espíritu subjetivo de su vinculación a la vida natural, puesto como conciencia pura de sí mismo, se realiza en el Espíritu objetivo como Derecho, como moralidad y como eticidad. El Derecho constituye el grado inferior de las realizaciones del Espíritu objetivo, porque afecta únicamente a la periferia de la individualidad: la moralidad, en cambio, agrega a la exterioridad de la ley la interioridad de la conciencia moral. Pero esta interioridad, cuyo carácter subjetivo la hace inadecuada para la plena realización del Espíritu objetivo, debe dar paso inmediato a la eticidad, a la ética objetiva que se realiza en lo universal concreto de la familia, de la sociedad y del Estado, síntesis de la exterioridad de lo legal y de la arbitrariedad subjetiva de lo moral. El Estado no es un mero protector de los intereses del individuo como tal, de su libertad subjetiva, sino la forma más elevada de la ética objetiva, la plenitud de la idea moral y la realización de la libertad objetiva. «El argumento transcendental de Hegel se ha desarrollado más o menos como sigue: la tarea del capítulo de la “Conciencia” fue dar un informe completo de la determinación de la objetividad con referencia a la esfera del objeto mismo. Sin embargo, esto resultó inadecuado. La esfera del sujeto había que tenerla en cuenta como una presuposición necesaria de la determinación de la objetividad. La tarea del capítulo de la “Autoconciencia” era cumplir la meta original: dar un informe completo de la objetividad, empero esta vez referido a la esfera subjetiva. Esto también resultó inadecuado, ya que el sujeto autoconsciente no es una entidad atómica, aislada, pues más bien está ontológicamente vinculado con otros sujetos autoconscientes. Por consiguiente, un informe de la interacción de un sujeto autoconsciente con otros sujetos autoconscientes debe darse de un modo que demuestre cómo el todo social sirve para configurar la determinación de la objetividad en su interacción con la autoconciencia individual y viceversa.» Jon Stewart la unidad de la fenomenología del espíritu de Hegel una interpretación sistemática. El Estado es el universal concreto, la verdadera síntesis de la oposición entre la familia y la sociedad civil, el punto de detención y de reposo del espíritu objetivo. La síntesis del Espíritu subjetivo y el objetivo es el Espíritu absoluto, que a su vez se auto-despliega en la intuición de sí mismo como arte, en la representación de sí mismo como religión y en el absoluto conocimiento de sí mismo como filosofía. Pero la filosofía aparece cuando la realidad se ha explicitado ya a sí misma, porque el búho de Minerva sólo emprende su vuelo a la llegada del crepúsculo

Si arrojamos una mirada al destino de estos individuos históricos, vemos que han tenido la fortuna de ser los apoderados o abogados de un fin, que constituye una fase en la marcha progresiva del espíritu universal. Pero como sujetos, distintos de esa su sustancia, no han sido lo que se dice comúnmente dichosos. Tampoco quisieron serlo, sino sólo cumplir su fin […]. Han sabido satisfacerse y realizar su fin, el fin universal. […] No es, por tanto, la dicha lo que eligen, sino el esfuerzo, la lucha, el trabajo por su fin. Cuando llegan a alcanzar su fin, no pasan al tranquilo goce, no son dichosos. Lo que son, ha sido su obra.

 

Amor platónico

El amor platónico es la concepción filosófica de un amor sin lazos sexuales ni románticos que fue propuesto por el filósofo griego Platón. Esta idea fue expuesta en sus diálogos conocidos como El banquete.

En el uso moderno, el término «amor platónico» tiene un significado y connotaciones que tienen poco o nada que ver con el concepto original de Platón. El amor no correspondido no refleja la concepción platónica del amor basado en la virtud.

Concepto

Platón, tal y como se nos muestra en el discurso de Sócrates, cree que el amor es la motivación o impulso que nos lleva a intentar conocer y contemplar la belleza en sí, además de ser un amor que busca trascender barreras, obviar completamente elementos sexuales y ser un amor que orienta hacia esa esencia de la belleza. Esta orientación se produce en un proceso gradual que comienza con la apreciación de la apariencia de la belleza en una persona (por ejemplo, la belleza puramente física), continúa con la belleza física en general, y luego avanza hacia la apreciación de la belleza espiritual (la del carácter, la del alma), la de la belleza de las leyes y las costumbres en la sociedad, la que se encuentra en las artes y las ciencias, etc. Todos estos pasos deben finalmente superarse hasta alcanzar el punto culmen del proceso: el conocimiento apasionado, puro, y desinteresado, de la esencia de la Belleza misma, que se mantiene incorruptible y siempre igual a sí misma, el conocimiento de la idea de la Belleza en cuanto es lo único que es bello en sí mismo y por sí mismo, y en cuanto aquello que es causa de que todo lo bello sea bello.

Este al ser comprendido como un amor ideal, puede estar estableciendo una conexión con el mundo de las ideas (un mundo en donde todo era perfecto y el mundo real es una copia de este) planteado también por este filósofo, al ser un amor perfecto existirá allí pero no en el mundo real. Es por eso que esta "idealidad" del amor platónico no está refiriéndose a tener un amor inalcanzable, sino en amar las formas o ideas eternas, inteligibles, y perfectas.

Fragmento de El banquete de Platón:

A continuación, debe considerar más valiosa la belleza de las almas que la del cuerpo, de suerte que si alguien es virtuoso del alma, aunque tenga un escaso esplendor, séale suficiente para amarle, cuidarle, engendrar y buscar razonamientos tales que hagan mejores a los jóvenes, para que sea obligado, una vez más, a contemplar la belleza que reside en las normas de conducta y a reconocer que todo lo bello está emparentado consigo mismo, y considere de esta forma la belleza del cuerpo como algo insignificante.1

El concepto moderno de amor platónico fue desarrollado en las investigaciones que Marsilio Ficino llevó a cabo al sintetizar el platonismo en la época Renacentista, por orden de Cósimo de Médici, gobernante de Florencia. «Su 'neoplatonismo' se basó en dos ideas fundamentales: la jerarquía neoplatónica de las sustancias y la teoría del amor espiritual. La primera postulaba la idea de una jerarquía de las sustancias, o de una gran cadena de seres, desde la forma más baja de la materia física (las plantas), hasta el más puro espíritu (Demiurgo, el dios de Platón), en la cual los humanos ocupaban una posición central o intermedia. Eran el vínculo entre el mundo material y el mundo espiritual, y su supremo deber era ascender hacia la unión con el Demiurgo, la cual, constituía el verdadero fin de la existencia humana. La teoría de Ficino respecto al amor platónico, o espiritual, afirmaba que, al igual que la gente está unida en su común humanidad gracias al amor, de esa misma forma todas las partes del universo se mantienen unidas por los lazos del amor compasivo» (Spielvogel, 2003). Lo anterior, basándose en los Diálogos platónicos. Para Ficino, el amor platónico era un amor centrado en la belleza del carácter y en la inteligencia de una persona y no en su apariencia física. No obstante, es un amor únicamente presente en el mundo de las Ideas, donde se considera perfecto e incorruptible. Según Platón, en la realidad no es posible alcanzar la pureza de este sentimiento.

La expresión es utilizada por primera vez en 1636 en la obra de teatro "The Platonick Lovers" de William Davenant, donde el poeta inglés se refiere al amor al del Simposio o banquete de Platón; donde el amor es visto como la raíz de todas las virtudes y de la verdad.

Es este amor el que nos permite salir de la caverna del devenir, si el budismo logra el en si del nirvana en la nada absoluta, el platonismo logra el en sí de la idea en el ser inmutable, la contemplación de la bondad donde todo se integra en el arquetipo permite un principio anterior a  toda dialéctica, al que podemos volver cada vez que la gravedad del devenir nos desagarra, en el devenir no hay salida el espíritu absoluto no puede ser absuelto de su propia contradicción pero si llegamos a vislumbrar el Arquetipo divino podemos saber que:

 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.    

Y por fin reconciliar nuestra alma racional  con el Espíritu Santo.

 

 El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro, sus caras eran como caras humanas,8 tenían cabello como cabello de mujer y sus dientes eran como de leones;9 tenían corazas como corazas de hierro y el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla;10 tenían colas como de escorpiones, y también aguijones, y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses. 11 Sobre ellos tienen como rey al Ángel del Abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.

El escritor Norman Mailer en una entrevista realizada poco antes de su muerte, al presentar su novela El castillo en el bosque (2007), decía: "Una de las cosas interesantes, una de las razones que me hicieron pensar que Hitler es la respuesta a Jesucristo, su contrapartida en el plano satánico, es que no hay explicación humana del horror de lo que hizo. De su maldad." La novela trata sobre la infancia de Adolf Hitler. El escritor concluye: "A riesgo de escandalizar, hasta diría que si uno cree en Jesús como hijo de Dios, ¿por qué no creer que Hitler es el hijo del Diablo?"5

Adolfo Hitler

La Voluntad de Poder Nietzsche

(Braunau am InnAlta AustriaImperio austrohúngaro; 20 de abril de 1889-BerlínAlemania nazi; 30 de abril de 1945), fue un político, militar y dictador alemán de origen austríaco.2​ Canciller imperial desde 1933 y Führer —caudillo— de Alemania desde 1934 hasta su muerte en 1945, llevó al poder al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán o Partido Nazi,b​ y estableció un régimen totalitario durante el período conocido como Tercer Reich o Alemania nazi.3​ Inició la Segunda Guerra Mundial al invadir Polonia el 1 de septiembre de 1939 y fue una figura clave en la perpetración del Holocausto, el genocidio de aproximadamente 11 millones de personas, entre los que se encontraban judíos, discapacitados, homosexuales, testigos de Jehová, socialistas, comunistas y gitanos.45

Hitler fue el escritor de al menos dos libros; Mein Kampf y Zweites Buch, el primero es en parte su autobiografía y programa de gobierno, donde muestra sus bases ideológicas por las cual llegó a ser quien fue, y el segundo profundiza más respecto a sus ideas planteadas en el primer libro. Ambos libros son considerados de filosofía política, aunque comúnmente no se le da el título de filósofo a Hitler porque sus bases filosóficas fueron desarrolladas por otros filósofos y también porque se vio influenciado por la ariosofía.67

Hitler se afilió en 1919 al Partido Obrero Alemán, predecesor del NSDAP, asumiendo su liderazgo definitivo en 1921. En 1923, tras el pronunciamiento en la cervecería Bürgerbräukeller de Múnich, Hitler intentó tomar el poder mediante un golpe de Estado fallido, por el que fue condenado a cinco años de prisión.8​ Durante su estancia en la cárcel, redactó la primera parte de su libro Mi lucha (en alemán, Mein Kampf), en el que expone su ideología junto con elementos autobiográficos. Liberado ocho meses después, en 1924, Hitler obtuvo creciente apoyo popular mediante la exaltación del pangermanismo o nacionalismo alemán, el antisemitismo y el anticomunismo, sirviéndose de su talento oratorio apoyado por la eficiente propaganda nazi y las concentraciones de masas cargadas de simbolismo.

Fue nombrado canciller imperial (Reichskanzler) en enero de 1933 y, un año después, a la muerte del presidente Paul von Hindenburg, se autoproclamó líder y canciller imperial (Führer und Reichskanzler), asumiendo así el mando supremo del Estado germano. Transformó la República de Weimar en el Tercer Reich y gobernó con un partido único basado en el totalitarismo y la autocracia de la ideología nazi.

El objetivo de Hitler era establecer un Nuevo Orden basado en la absoluta hegemonía de la Alemania nazi en el continente europeo. Su política exterior e interior tenía el objetivo de apoderarse de Lebensraum (‘espacio vital’) para los pueblos germánicos. Promovió el rearme de Alemania y tras la invasión de Polonia por la Wehrmacht el 1 de septiembre de 1939, se iniciaría la Segunda Guerra Mundial. Con estos actos, Hitler violó el Tratado de Versalles de 1919, que establecía las condiciones de la paz tras la Primera Guerra Mundial.9

Bajo la dirección de Hitler, las fuerzas alemanas y sus aliados ocuparon en 1941 la mayor parte de Europa y África del Norte. Esas conquistas territoriales decrecieron paulatinamente después de la batalla de Stalingrado, hasta 1945, cuando los ejércitos aliados derrotaron al ejército alemán. Por motivos raciales, Hitler causó la muerte de diecisiete millones de personas,10​ incluyendo una cifra en torno a seis millones de judíos.11​ Hitler fue partidario de una política ultranacionalista y racista, así como de una política de discriminación y exterminio que afectó a diversos grupos étnicos, políticos y sociales: poblaciones eslavas, gitanostestigos de Jehová, homosexuales, opositores políticos, miembros de la masonería, prisioneros de guerra, discapacitados físicos y mentales y, especialmente, judíos. Segregados desde 1933 de la vida social y económica del país, los judíos fueron objeto de un plan de internamiento y exterminio conocido como la solución final a partir de 1941, en lo que posteriormente se denominó «Holocausto».12

En los últimos días de la guerra, Hitler, desgastado por las derrotas y en condiciones físicas y psíquicas cada vez más precarias, se negó a entregar las armas y siguió resistiendo obstinadamente. Finalmente Berlín fue rodeada por el Ejército Rojo, haciendo que se suicidara junto a su pareja Eva Braun en su búnker el 30 de abril de 1945. Con ella se había casado el día anterior. Posteriormente, sus cadáveres fueron quemados y enterrados en el patio de la cancillería.13

§  Cuando me encuentro con una criatura, encuentro la voluntad del poder.

La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño

Y aun la ceguera del ciego y su andar a tiento han de dar fe del poder del sol que miró..

Voluntad de podervoluntad de potencia o voluntad de pujanza (en alemánDer Wille zur Macht)1​ es un concepto importante de la filosofía de Friedrich Nietzsche. Esta describe lo que él consideraba el motor principal del hombre: la ambición de lograr sus deseos, la demostración de fuerza que lo hace presentarse al mundo y estar en el lugar que siente que le corresponde; todas esas son manifestaciones de la voluntad de poder. Otro punto particular de la voluntad de poder es que también representa un proceso de expansión de la energía creativa que, de acuerdo con Nietzsche, era la fuerza interna fundamental de la naturaleza.

Influencias previas[editar]

El pensamiento de Nietzsche fue influenciado por Arthur Schopenhauer, a quien Nietzsche descubrió en 1865. Schopenhauer explica que el universo y Todo está impulsado por una fuerza primordial de vivir, la "voluntad de vivir", que impulsa a todas las criaturas vivientes a evitar la muerte y procrear. Para Schopenhauer, esta voluntad es el aspecto más fundamental de la realidad, incluso más que el ser.

Otra influencia de Nietzsche fue Ruđer Bošković, a quien descubrió y aprendió a través de la lectura de Friedrich Albert Lange Geschichte des Materialismus (Historia del materialismo). En 1872, Nietzsche empezó el estudio del libro de Boscovich "Theoria Philosophia Naturalis" por sí mismo.2​ Nietzsche hace la única referencia a las obras publicadas de Boscovich en Más allá del bien y del mal, donde declara la guerra al atomismo del alma.3​ Boscovich había rechazado la idea del "atomismo materialista", el cual Nietzsche llama "una de las mejores teorías refutadas que hay".4​ La idea de centros de fuerza serían centrales en las teorías posteriores de Nietzsche acerca de la "voluntad de poder".

Concepto[editar]

El concepto de la voluntad de poder en el pensamiento de Nietzsche ha cobrado muchas interpretaciones, siendo la más discutible la apropiación y explotación por el nacionalsocialismo como el deseo por la pasión y del poder (poder entendido en este caso como el concepto más limitado de "dominación"). Algunos nacionalsocialistas como Alfred Bäumler también plantearon una interpretación biológica de la voluntad de poder, equiparándolo con una forma de darwinismo social, a pesar de que Nietzsche criticó a este último en sus obras. Esta interpretación fue criticada por Martin Heidegger en sus cursos de 1930 acerca de Nietzsche. Por Wille zur Macht, Nietzsche no se refería a un poder físico o político, sino que a la "Voluntad de poder" como un concepto particular e inédito, a diferencia de la unión de dos conceptos por separados: Voluntad y poder.

A diferencia de la conceptualización biológica y voluntaria de la Wille zur Macht, Heidegger y Deleuze han propuesto que la Voluntad de poder y el eterno retorno deben considerarse en conjunto. Primeramente, el concepto debe ser contrastado con la "Voluntad de vivir" de Schopenhauer y considerar el trasfondo y críticas de Nietzsche a Schopenhauer. Éste planteaba una "voluntad de vivir", en el que las cosas vivientes se encontraban motivadas por la sustentación y desarrollo de sus propias vidas. En cambio, Nietzsche planteaba una voluntad de poder en la que las cosas vivientes no sólo se encuentran motivadas por la mera necesidad de mantenerse vivas, sino que, en realidad tenían una gran necesidad de ejercer y utilizar el poder para crecer y expandir su fortaleza y posiblemente para someter otras voluntades en el proceso. Nietzsche veía la "voluntad de vivir" como secundaria de una primaria "voluntad de poder" y mejoramiento o afirmación de la vida. De este modo, se oponía al darwinismo social en la medida en que criticó la validez del concepto de adaptación, que consideraba una "voluntad de vivir" estrecha y débil.

En definitiva, el hombre que guía su vida según la voluntad de poder (el Übermenschsuperhombre), es un hombre que intenta siempre superarse a sí mismo, mejorarse en todas sus facetas, etc. No tiene en cuenta lo que los demás piensen o digan de él, se enfrenta a la vida y asume la realidad, procura vivir de una manera tal que si tuviera que vivir de nuevo infinidad de veces esa misma vida, sería feliz al hacerlo. Es un hombre libre que repudia la debilidad y la esclavitud.

El concepto de política queda entonces totalmente absorbido en una guerra de los espíritus, todas las formaciones de poder de la vieja sociedad saltan por el aire; todas ellas se basan en la mentira.

El ideal, se seduce a si mismo el seducido, seria amar a la tierra como la ama la luna, y palpar su belleza únicamente con la mirada. Y el no pedir de las cosas más que poder estar tendido ante ellas...

En la gran economía del todo los elementos terribles de la realidad (en los afectos, en los apetitos, en la voluntad de poder) son inconmensurablemente más necesarios que aquella forma de pequeña felicidad denominada "bondad".

La moral de esclavos es, en lo esencial, una moral de la utilidad. Aquí reside el hogar donde tuvo su génesis aquella famosa antítesis "bueno" y "malvado": - se considera que del mal forman parte el poder y la peligrosidad, así como una cierta terribilidad y una sutilidad y fortaleza que no permiten que aparezca el desprecio.

El amor desea, el temor evita. A eso se debe la imposibilidad de que alguien sea amado y respetado a la vez por la misma persona, al menos en el mismo espacio de tiempo. Pues quien respeta reconoce el poder, es decir, lo teme: su estado es el temor respetuoso. Pero el amor no reconoce ningún poder, nada que separe, diferencie, anteponga o subordine. Como el amor no respeta, las personas ávidas de respeto son secreta o públicamente reacias a ser amadas.

“Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se convierte en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño”.

 

Como consecuencia de la muerte de Dios Nietzsche considera posible (tal vez, cabría decir, de manera obligada) una metamorfosis1 de la esencia del hombre: la conversión por la que se transita de la autoalienación a la libertad creadora que se conoce a sí misma.

Crítica a la tradición

Como ya he apuntado en otras entradas de este blog, para Nietzsche (enfrentado a Platón) el hombre libre debe de ser inmoral (<<malo>>, noble). Debe dejar de responder a morales gregarias y, entonces, poder “depender en todo de sí mismo y no de una tradición”2. En su opinión, la tradición sustentada en las virtudes socráticas hace del hombre un animal, pues la justicia, la templanza y la valentía responden a una necesidad de certeza, es decir, asegurar nuestra sobrevivencia mediante la búsqueda de alimento y el esquivo de nuestros enemigos.

El gran dragón

El gran dragón —símbolo del pensamiento “«tú debes»”— representa para Nietzsche esa tradición que aprisionan al hombre mediante mandatos: valores morales milenarios que se asumen «objetivos». Es, al mismo tiempo, “«último dios»” y “«viejo amo»” que resplandece con su gruesa piel y escamas milenarias, pero sin develar su interior. Es sólo apariencia que se impone autoritariamente. Se le percibe turbio, la razón de los hombres se obscurece, nos confundimos. Así, ante el dragón, se hace preciso que, quien lo ve y desea des-ofuscarse, lo haga con otros ojos, que la manera en que pone su mirada en la vida sea distinta; que mire distinto, que distinga lo que mira de lo que no; que mire lo que no mira.

Tradición y ciencia

Lo tradicional cree en las últimas noticias de la ciencia; alardea sobre su avance en “las cosas primeras y últimas”.3 La ciencia es entendida como sustituta de la religión, pues solapa a sus seguidores mediante promesas de seguridad. Sin embargo, para Nietzsche, “[e]n absoluto tenemos necesidad de estas seguridades respecto a los horizontes más remotos para vivir una humanidad plena y excelente: tan poco como la hormiga tienen necesidad de ellas para ser una buena hormiga”.4

¿Qué entiende Nietzsche por horizonte?

Es el límite interpretativo de todo lo existente (“[…] mis ojos no ven más que hasta una determinada distancia”5) que le sirve al individuo (así como al pueblo o al organismo) para decidir si algo le es útil o no en su búsqueda de “lo propio para el crecimiento vital, para el aumento de su fuerza”.6

El camello

En este contexto, el camello7 es la representación del hombre (de la mujer) que respeta al dragón. Es el animal que se inclina ante Dios, que arrastra y carga (voluntariamente) los grandes deberes. Es el espíritu sufrido, el hombre que está bajo el peso de la metafísica, que resiste sin queja, que busca continuamente tareas difíciles para demostrar a los demás su resistencia. Vive agobiado, se alimenta de conocimientos y anhela «verdad», aunque acepte por ésta lo que dice la multitud.

En este sentido, Nietzsche refunfuña acerca de la vanidad del hombre que se afirma como sujeto de conocimiento. El hombre moderno deglute erudiciones que no le nutren, que lo empalagan al no alcanzar exterioridad quedándose en su interior. De manera que los hombres se vuelven pesados, arrastran una gran cantidad de conocimientos inútiles que les causan “esa «falta de estilo» en que consiste propiamente la decadencia”.9

El león

Sin embargo, el camello, estando en la soledad del desierto, puede transformarse en león, que es el hombre que arroja sus cargas y lucha con su último dios: la moral objetiva. El león, aunque dice “«yo quiero»” (y ya no «yo debo» como el camello) aún sale de un hombre endurecido. El león se mantendrá impenetrable pues mantiene su lucha contra el dragón y, aunque libera su libertad, ésta es libertad negativa, es decir, la libertad de y no la libertad para, que es la libertad positiva para Nietzsche.

Al respecto, en El caminante y su sombra (1880), Nietzsche se pregunta en dónde realmente nos sentimos libres. En común solemos buscar nuestra libertad en donde está nuestro sentimiento vital, que para él opera al mismo tiempo como atadura. ¿Qué significa esto?

Para él somos como el gusano de seda que busca libertad en su voluntad de hilar, es decir, encadenados a la doctrina de libertad de voluntad que acepta seguir hilando seda. Sin embargo, la libertad de voluntad es sólo “una invención de las clases dominantes”10. A partir de ella damos por hecho que somos independientes cuando lo efectivo (lo que de hecho experimentamos en nuestra vida cotidiana) es que nos sentimos dependientes y que, como pensamos ser independientes, cualquier circunstancia que nos haga “advertir y reconocer”11 que podríamos no serlo hace que notemos un “contraste del sentimiento”.12 Esto es: pensamos con tal énfasis que somos independientes que dejamos de notar nuestra dependencia sentida. Así, la libertad de voluntad es la necedad de convencernos de cualquier justificación que nuestra voluntad quiera afirmar, sin que efectivamente sea libertad.

La importancia de la novedad y su relación con la libertad

Si lo anterior es acertado, si la libertad de voluntad es un engaño, entonces ¿podría ser la novedad la disposición que verdaderamente pone a prueba nuestra libertad y no la costumbre? La novedad toma una posición privilegiada para Nietzsche pues “[s]ólo las cadenas nuevas nos hacen sufrir”.13 La novedad, en mi interpretación, está en la aceptación del flujo continuo de los fenómenos contenidos entre el “actuar y el conocer”14, actitud incompatible con la necesidad de libertad de voluntad que quiere interpretar los hechos de manera idéntica, convencerse sobre lo bueno y malo.

De lo anterior que, el «yo quiero» del espíritu leonino se trivialice, pues no hace de su espíritu uno creador ni la expresión superior de su ser hombre pues sólo es un proyecto de posibilidad para crear lo nuevo, sin concretarlo. Piensa su libertad pero no la siente. Lo nuevo que posibilita al león es el des-cubrimiento de lo “razonablemente comprendido y aceptado por todo el mundo”15, sin que esto asegure que pueda librarse de ello; su lucha está condicionada por el dragón. El león es sólo un ensayo de independencia que prepara el terreno para crear novedad. Su victoria consiste en cuestionar al dragón, aunque no pueda quitarle los ojos de encima (¿con temor?). Sus cuestionamientos “resquebrajan”16 al dragón y, derivado de ello, éste se vacía, sin que el león sepa con qué llenarlo, pues no ha creado nuevos valores. Su voluntad leonina se agota en el combate que —esporádicamente— destruye algo del dragón. El espíritu del león, aunque no es libre, respeta la libertad de los otros. Puede identificarse la revolución leonina con la resistencia dromedaria pues ambos “innovan cosas haciendo su vida y su tiempo dependientes de ellas, es amontonar cacharros [cosas viejas], contaminación, opresión y destrucción”.17

El niño

El niño, a diferencia del león, quiere su voluntad y no está dispuesto a entregarla en combates leoninos, sino que reclama su querer sin condiciones frente al dragón. Es el innovador que posee la libertad como proyección de nuevos valores. Es el que juega y jugando crea pues el juego es entusiasmo. El niño no aparenta ni brilla. La condición de posibilidad de la novedad de vida es la afirmación y plenitud de ella misma pues, como dice el solitario francés, “[e]]l provecho de la vida no reside en la duración, reside en el uso”.18 El niño es poderoso y así vive. Lleno de energía ayuda a vivir a los demás y es pura realización de su vida fuera del tiempo. Se entrega profuso y abundante más que dedicar su tiempo a reclamar. El niño es acción satisfecha y no altavoz que busca notoriedad. Ya no requiere estar en contra ni mostrar nada a los demás ni a sí mismo, sino que dice «sí» a todo. “Vive por y para sus realizaciones”.19 De tal manera que el niño juega y deviene en espíritu libre.

El amor filial

El amor es un pliegue que disputa la resignación en tanto convierte a la relación yo-tú-otro en objeto de deseo. Nuestra mirada aquí se funda en el enfoque sociológico de W. I Thomas sobre el deseo como estructurador de las relaciones sociales. Cuando la relación yo-tú-otro está inscripta en la “energía” del deseo, lo que aparece es la lógica del reconocimiento; como un deseo estructurante, como una acción de querer ser reconocido. Ese deseo de ser reconocido es parte de una lógica que tiene que ver con la reproducción de sí mismo y la reproducción de su entorno. La clave del reconocimiento como resultado de la energía del deseo es la potencialidad que se origina en la ruptura con el abandono. La sociodicea de la frustración implica la impotencia como rasgo de lo social; el amor como práctica intersticial involucra la energía de saberse con otro en el mundo en tanto trampolín para la acción.

El amor filial proviene de los lazos familiares e involucra vínculos multidireccionales - padres a hijos, hijos a padres, hermanos a hermanos - y estos lazos complejos proporcionan el lugar central desde el cual aparece la energía especial para construir prácticas colectivas. De esta manera, el grupo de prácticas que llamamos amor filial es la consecuencia de un conjunto de relaciones que emergen de la dialéctica de “philial” (con significados de amistad, relaciones familiares cercanas y solidaridad humana) y “storgē” (un término más literario para amor familiar o afecto de los padres).

Así, entendemos al amor filial como una práctica intersticial que “se mueve” hacia una práctica colectiva, en conexión con lo que Goffman llama “giro” en las experiencias dramatúrgicas de vida.4 En esta línea, Yves Winkin, en su estudio introductorio Momentos: Erving Goffman y sus hombres (1991), sostiene que el amor es uno de los eventos utilizados por Goffman para ejemplificar su concepto de “punto de inflexión”: “el amor interviene en un momento de crisis de la gente y ‘redirige’ toda su conducta )…) la reorientación al que el amor conduce puede ser llamada ‘giro’” (Winkin, 1991, p. 45).

La mayoría de las madres, padres, esposas, parientes y amigos a quienes nos referimos en este trabajo expresan que sus situaciones de pérdida “han cambiado sus vidas”: sus interacciones cotidianas, sus héxeis corporales, las formas materiales de reproducir su existencia, en algunos casos, radicalmente. Las situaciones de “pérdida” se disponen de diversas maneras: el perder a la persona querida y el cariño que ella nos dispensaba, la pérdida de miedo ante la situación de injusticia/indignidad que implica dicha pérdida y pérdida de sentido de la vida de todos los días organizada en torno a las sensibilidades con otros. En este contexto, es posible advertir cómo una ausencia deviene presencia y energía.

El amor filial es un excedente de energía que se manifiesta como resultado de las tensiones entre las características instituidas de la familia: la legitimidad del tráfico desigual de géneros, la reproducción de la propiedad privada, el proceso de introducción de los componentes básicos de la economía política de la moral y la reproducción material de los cuerpos/emociones.

Lo intersticial de la energía filial lleva, en sus acciones “imprevistas”, el poder de negar la totalización de los contenidos hipostasiados que representan la familia como una institucionalidad desgarrada. Las prácticas colectivas analizadas aquí señalan claramente las distancias que, día tras día, imponen la impunidad, la inmovilización y la expulsión que tienen su negación en los espacios intersticiales del amor. De este modo, el amor filial, conyugal y cívico configuran un reservorio de energías corporales y sociales que activan las especificaciones de las continuidades y discontinuidades que dan lugar a la confianza y confiabilidad que implica la presencia intersticial de la esperanza. Son bandas de moebius que, al dar la vuelta, abren y despliegan las numerosas tiras de un futuro descolonizado de la mercantilización de lo familiar.

Amor filial

El amor filial, tal como lo entendemos en la investigación que da origen al presente trabajo, puede ser comprendido mejor si se señalan las tramas de dicho concepto que surgen desde una mirada pluridisciplinar (filosofía, antropología, psicología etc.). El amor filial es una modalidad de vinculación como estado emocional que puede ser entendido desde la relación padres-hijos.

Usaremos el término vinculación para referirnos al vínculo entre padres e hijos. La vinculación de los padres incluye componentes mentales y de comportamiento (…) el núcleo de la vinculación es un estado emocional (es decir, “amor”) que se relaciona con un conjunto de necesidades o disposiciones, incluido el saber, estar con, evitar la separación y la pérdida, proteger, y gratificantes necesidades del niño. Estas necesidades y disposiciones de los padres pueden, a su vez, provocar la expresión de conductas dirigidas por los niños (De Cock et al., 2016, p. 125 - traducción propia).

Retomando la sociología clásica, Elena Pulcini sostiene, siguiendo a Simmel, que el amor debe ser comprendido como la síntesis de tres dimensiones ágape, eros y philia (Pulcini 2017). Mounier ha descripto la comunalidad que implica el amor y las implicancias que ello tiene sobre la constitución de las personas: “Esta comunión de amor, al liberar al que responde, también libera y tranquiliza a quien lo ofrece” (Mounier, 1962, p. 23 - traducción propia). “Yo amo, luego soy” se propone como una huella nodal para comprender cómo la energía del amor filial impulsa lo colectivo y reconstruye identidades. Es la tensión existencial del dolor en la vida y de los riesgos que ello implica.

Levinas, en su libro Totality and infinity. an essay on exteriority, (1979) se aproxima a una mirada del amor como preocupación por el otro, que se articula estrechamente con la modalidad del amor filial, tal como la estamos describiendo. El amor se orienta hacia el otro procurando asistirlo en esa cualidad tan humana como es la fragilidad, rasgo que demanda e interpela a los otros y al “yo” respecto a esos “otros” (Levinas, 1979).

En una línea similar, en la siguiente afirmación de Gabriel Marcel (1949) sobre las conexiones entre deseo, amor, tener y ser, encontramos pistas más que interesantes para pensar la energía del amor filial. En primer lugar, la energía del amor filial es un “estar-siendo”, transciende ese ser-estar con esta capacidad de estar ocurriendo como rasgo de su presencia. En segundo lugar, es un más acá del tener, dado que no es posesivo. Y, en tercer lugar, el amor filial es un “entre”; adviene “en-un-medio” del yo-tú.

De esta forma, el amor filial destituye la sacralidad del miedo a las consecuencias del riesgo como mecanismo de resignación a una vida sin autonomía. En lo que sigue, veremos cómo el amor filial deviene práctica colectiva y en ello desmiente el régimen de verdad de una política de la sensibilidad anclada en el miedo y en la resignación.

Amor filial y confianza: seis experiencias en Latinoamérica

La confianza se estructura en torno a tres factores claves: creer, tomar riesgos, dar por sentado/estar-seguros-que. Hay dos maneras de entender el lugar del creer en la generación de la confianza: el creer en el otro y el creer con el otro. Creer es una acción cognitivo-afectiva en la existencia de coherencia entre lo que se supone/espera y los resultados de la acción de otro y/u otros. Las personas que participan en las prácticas intersticiales analizadas relatan y performan una recuperación de la posibilidad/capacidad de creer en sus pares al encontrar otros en su misma situación. También se cree con otros y/u otros, dado que, por definición, la creencia es una práctica compartida que deviene sociabilidad y vivencialidad común. Las personas que participan en acciones basadas en la energía del amor filial crean un horizonte de comprensión común que implica un diagnóstico y una prognosis colectivamente aceptados. El creer en los otros y con los otros elabora una especial política de la sensibilidad que disputa el monopolio de la verdad a la economía política de la moral.

La generación de confianza se elabora directamente a través de “tomar el riesgo” de esperar coherencia y reciprocidad de las otras personas. Las personas hacen una apuesta respecto al cumplimiento de la palabra, las intenciones del otro y el compromiso con la problemática que los reúne. Los seres humanos aprendemos a equilibrar riesgo y fiabilidad como una modalidad de gestión de lo cotidiano. En las prácticas colectivas que analizamos es fundamental la redefinición de estas relaciones entre el “no saber” y de todos modos “esperar que pase”. Por otro lado, confiar en alguien o en algún sistema experto implica el dar por sentado que los estados de cosas suelen repetirse. Las personas creen porque descuentan que alguien o algún mecanismo actuará en tanto se espera que lo haga; para vivir las personas “primero” dan por segura la reproducción de la vida tal como la conocen: es decir confían. La ruptura de dicha confianza es la raíz, pero también el síntoma de las crisis sociales. Es en este contexto que las prácticas del querer conectadas con el amor filial despiertan, reconstruyen y elaboran relaciones sociales basadas en la confianza, más acá de su negación enclavada en la economía política de la moral.

En esa misma línea, la confianza se presenta como una posibilidad de estabilización de expectativas: en tanto fiabilidad en la política de los sentidos, como seguridad en los sistemas expertos y en cuanto previsibilidad de los errores. El oler, tocar, gustar, oír y ver permiten conocer el mundo y esas prácticas posibilitan confiar en su iteratividad. Pero también, como ya se anticipó, las prácticas del confiar se basan en la aceptación de la eficiencia de los sistemas expertos que manejan el mundo como intermediarios entre lo humano y el mundo externo.

La confianza es una práctica del sentir que opera al nivel de las expectativas, es una modalidad de gestión del umbral de monitoreo reflexivo de la acción y la experiencia de compartir un horizonte de percepción. Los seres humanos esperamos de los otros ciertos tipos de comportamientos asociados a la proximidad/distancia de las variaciones de las prácticas regularmente instanciadas en situación de interacción. Confiamos cuando esperamos que la otra persona actúe de acuerdo con lo que de ella se espera. Confiar en tanto expectativas regulares es una forma de disminución de la incertidumbre del futuro.

La confianza se vuelve una práctica del sentir cuando una persona deja de experimentar la necesidad de monitorear su acción frente a otra u otras personas; es un “descanso” del estado de alerta, es una actitud “relajada” frente a lo que pueda ocurrir. Confiamos cuando aumentan nuestras certezas sobre lo innecesario de “controlar” la situación. En otro sentido, confiar y confianza se conectan directamente con las evidencias de compartir horizontes de percepción con una persona o grupo de personas. El mundo es percibido en y a través del cuerpo y esto implica una relación entre cuerpo piel, cuerpo imagen y cuerpo movimiento - cuando las personas constatan que comparten alguna forma específica de la relación aludida con otra persona confían en ella. La confianza se trama con el amor filial de modo tal que posibilita desmentir un régimen de verdad que se presenta como totalidad cerrada en los procesos de estructuración de sociedades cerradas en el consumo autocentrado.

Inscripto en el contexto aludido, revisemos ahora seis experiencias de amor filial y su conexión con la confianza5.

Mães em luto da Zona Leste (Brasil)

Brasil, desde hace muchos años, se encuentra sumergido en una nueva fase de lo que se llamó, en los años 1960, espiral de violencia (Câmara, 1971). En aquellos años, se la describía de la siguiente manera: a la naturalización de la violencia cotidiana del hambre y la pobreza, le sigue un proceso helicoidal de protesta, represión, más violencia institucional, aumento de respuesta y protesta, más represión. En los primeros 19 años del siglo 21, como en casi toda América Latina, se han mantenido y hecho más reticulares los procesos de “represión preventiva”, etiquetamiento, segregación racializante y naturalización de la muerte.

Según el Fórum Brasileiro de Segurança Pública6, en 2017 ha habido 63.895 muertes violentas intencionales, 175 muertos por día, lo que implica una tasa del 30,8 por 100 mil habitantes. También se pueden constatar 82.684 desaparecidos, 61.032 estupros, 1.133 femicidios y 221.238 casos de violencia doméstica. Hasta la fecha se ha experimentado el espiral más armas, más represión, más armas, naturalización de la violencia. Un eje central de este proceso es la militarización de la policía y el policiamiento de las fuerzas armadas.

En este contexto nacen “Mães em Luto da Zona Leste” que, en su Facebook, enuncian: “(…) Esta página fala sobre as Mães que perderam seus filhos nas mãos de Policiais despreparados (...)”.

Es un colectivo que se estructura en torno a la energía de madres que han vivido algo común: la experiencia de la pérdida. Una experiencia que conecta el sentirse vacías, la angostura/presión de la angustia y el echar de menos. Justamente en el polo opuesto, la confianza ensancha, abre, conecta, llena y hace presente. Las madres compañeras de angustia posibilitan hacer el duelo y retomar la senda personal construyendo un colectivo. Ellas dicen:

Mães vamos juntas lutar por justiça, pelas mortes dos nossos filhos, sabemos que a segurança pública (policiais) já mataram muitos e infelizmente vão continuar matando (...).

No Brasil não há pena de morte (TEM SIM, POLICIAIS FAZEM ISSO!) Não estou e jamais vou apoiar a criminalidade, é mais do que certo ERRO? tem que pagar pelo seu erro sim, mas pagar na cadeia e não com a vida. Para isso existe a cadeia!

Infelizmente mãezinhas nada vai trazer nossos filhos de volta. A luta por justiça é grande? sim, é muito lenta? sim. Mas vamos se unir, não vamos deixar que nossos filhos sejam apenas mais um número nas estatísticas (...).

Vamos juntas lutar para que outras mães não passe pelo que nós estamos passando, não vamos deixar que outras mães sinta essa dor, esse vazio, essa saudade (...). Que outras mães perca a vontade de viver, não vamos deixar outras mães ficarem como nós, uma morta viva lutando todos os dias para continuar sobrevivendo )…).

Vamos mães se unir não tenha medo, não se cale, a união faz a força (...).

VAMOS JUNTAS LUTAR POR JUSTIÇA!!!” (Mães em Luto da Zona Leste, Facebook).

Las madres se dan y dan confianza en la unión. La confianza contradice el vacío y la “saudade”. El punto de partida de la “fuerza” es el dolor, la soledad y el vacío. Estados todos de vivencias de la pérdida que es identificada, descripta y explicada en tanto causada por la policía. Es el aparato represivo del estado orientado a suprimir a lo abyecto que “justifica” la muerte de niños y adolescentes bajo la cobertura de peligros, criminales y drogadictos. Las madres confían en ese horizonte compartido de compresión del fenómeno dado que la otra vive/vivencia lo mismo. El rasgo cognitivo de las emociones que todas ellas experimentan es uno de los pilares del puente que constituye su mutua confianza.

El llorar causado por esas vivencias comunes potencia el esperar de la otra comportamientos similares y el compromiso con las acciones colectivas. Un rasgo del dolor común de estas madres es la tristeza por la vida en plenitud de sus hijos. Ellos/ellas “tenían una vida por delante” y con su muerte no solo se trunca su vida sino la de su madre y familia.

AUPAPREM (Uruguay)

En la información de su Facebook, se puede leer un escueto “Aupaprem es una asociación de padres y familiares de bebés prematuros”. Esta Red es un excelente ejemplo de las energías del amor filial como vertebradora de práctica colectiva.

Este colectivo de padres que han tenido hijos prematuros se une ante la incertidumbre: la confianza es la contracara de lo incierto, la confianza da, produce y reproduce certezas. Cuando una familia, y especialmente una mamá, debe enfrentar la venida anticipada de un niño lo que se rompe es justamente la previsibilidad del entorno: todo está preparado para nueve meses no para antes. Confiar implica un manejo de la ruptura de la reproducción del mundo en base a los lazos de reconocimiento de prácticas, sentidos y vivencias.

Este grupo de padres, cuyas prácticas parecen estar muy distanciadas de otras más políticas o de compromiso social, deja en evidencia el carácter multipolar de la energía del amor filial: el solo tener que cuidar a las hijas e hijos se transforma en un síntoma, en el señalamiento de una ausencia y la producción de un mensaje. AUPA indica claramente cómo los sistemas de educación no dan una respuesta adecuada y los sistemas de salud (estatales o privados) por su inexistencia o por su costo hacen de esta experiencia una de alto riesgo, y en este sentido marcan un síntoma de la estructuración social. Por otro lado, estos padres aunándose dejan en evidencia las ausencias de una estructura que “olvida” lo interpersonal como factor clave del cuidado y la reproducción de la especie, vía ineficiencia o mercantilización. El cuidado no es ya algo reservado a la mujer, no solamente del “interesado”, ni recae en los más débiles, el respaldo colectivo abre la puerta para un cuidado común.

Lo que sigue son tres recomendaciones del perfil en Facebook que dejan ver las tramas del contenido de este colectivo armado desde el cuidar y cuidarse:

“La contención apropiada en el momento justo de parte de personas que pasaron por una experiencia similar es muy necesaria. Aupaprem está comprometida con la vida. ¡Gracias por acompañarnos en cada pequeño gran paso!”

“Recomiendo Aupaprem por surgir ante la situación de una madre que hace 15 años atrás vivenció con el menor de sus hijos el tema de la prematurez, y a partir de allí su vida la volcó en ayudar y motivar a otros padres también prematuros a brindarle diferentes ayudas en el periodo de internación y a partir del alta, caminos que ella misma recorrió que bastante difícil le fue descubrir para apoyar a su hijo que a través de Aupaprem pudo trasmitir la generosidad de compartir, y ese fué solo el comienzo. Andrea Milgron logra reunir cada año profesionales calificados para guiar a los padres prematuros al alta, en talleres o jornadas en pro- de la concientización de la prematurez. Ha posibilitado que madres más necesitadas reciban ropa u otros objetos para su hijo/a. Además de motivar y publicitar cada emprendimiento que surge como iniciativa laboral de las madres que viven la realidad. Convoca padres prematuros que se hacen visible y representados a nivel político exigiendo leyes necesarias para que existan para ésta cada vez mayor población de niños y madres que deben estar más tiempo al cuidado de su hijo sin que implique perder su trabajo.

AUPAPREM hoy está integrado por muchos padres dando de si apoyo y contención, así como brindando información y materiales instrumentales que reciben de otros países y empresas que donan a beneficio de esta Organización.

Personalmente he tenido la oportunidad de participar de los encuentros y se logra un auténtico clima para el intercambio, familias necesitadas de compartir su experiencia como padres, contando las peripecias vividas y los logros alcanzados que da gusto aceptar cada ocasión dónde Andrea me invita a formar parte.

Si hay algo que brinda esta Asociación es la apertura y bienvenida a todos los padres con sus hijos prematuros.”

Red de madres buscando a sus hijos (México)

La actual administración de México muy recientemente ha aceptado, a través de la palabra del subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, y de su presidente, que el número de desaparecidos en el país es de 40.000, 26.000 cuerpos sin identificar y 1.100 fosas comunes.7 Más allá de los acuerdos o no con la cantidad, lo que ello implica es la aceptación institucional de una problemática que trae aparejado un profundo dolor y tristeza. La Red que aquí mencionamos es solo una de las organizaciones y colectivos dedicadas a esta problemática.

Las madres de la Red en su blog dicen claramente:

Somos una red de madres que se acompañan en la búsqueda de sus hijos desaparecidos. ¡Tú puedes ayudarnos!

Es un colectivo que se imbrica entre el acompañarse, la búsqueda y la ayuda. Lo primero que se ve es el rostro de una mujer mirando, expectante sobre la que se sobre escribe la leyenda citada arriba. Más abajo la atmosfera triste se transforma en pragmático consejo “¿Qué hacer frente a la desaparición de alguien? Nadie nace y le enseñan cómo comportarse frente a una desaparición y estas madres van directo a ese vacío: te acompañan”.

Un desaparecido implica una silla vacía, puntos suspensivos entre paréntesis, un cumpleaños sin cumpleañero, significa que vivas se las llevaron. El desaparecido es una ausencia estructurante de la permanente falta de alguien.

La Red está constituida por madres que buscan, que están en tensión entre lo que aún no confirman que han perdido y los dolores del sentir la pérdida. Este grupo de madres que nace de la búsqueda de Lety, mujer que perdiera y supiera de la muerte de su hija luego de dos años de búsqueda, y que sabe qué significa la angustia del buscar. Ellas mismas se describen del siguiente modo:

¿QUIÉNES SOMOS?

Nuestra organización nace de la solidaridad.

Somos un grupo de familias que han tenido la desdicha de vivir la desaparición de un ser querido. Nuestra organización nace de la empatía, la solidaridad y la entrega de Lety, quien, durante la búsqueda de su hija, se dio cuenta que otras madres enfrentaban la misma indiferencia e insensibilidad de parte de las autoridades. Por ello, decidió unirse con ellas para acompañarse y hacerse fuertes unas a las otras: juntas comenzaron a exigir al Ministerio Público y a la Procuraduría de Toluca, así como a difundir sus casos y denunciar la falta de compromiso de las autoridades a través de los medios de comunicación. Desde entonces, nuestra organización ha crecido: fuimos parte del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y ahora estamos trabajando en diferentes estados de la República.

La claridad es meridiana, la red nace de la solidaridad entre familias que evidencian la identificación de la empatía y la entrega de una mamá como acicate de la organización. Son justamente las conexiones entre amor filial y confianza las que, según estas familias, las empujan a buscar y acompañarse. La percepción compartida es la indiferencia e insensibilidad de las autoridades, lo que las une y reúne en la denuncia.

Familiares y Amigos de Víctimas y Heridos de la Tragedia de Once 22/2

(Argentina)

Esta asociación de familiares y amigos se constituyó en base a un accidente ferroviario que claramente visibilizó la desatención y peligro implicado en las corrupciones tramadas en y a partir de la infraestructura y obra pública. La corrupción mata. La desatención destruye vidas. La indiferencia gubernamental es un delito. Estas prácticas intersticiales que devienen acciones colectivas muestran cómo la unión, fuerza y la persistencia en organizarse en un “más acá” de movimientos sociales y partidos políticos es lo que les da consistencia y legitimidad.

En el primer lustro del presente siglo es posible identificar en Argentina un conjunto de prácticas intersticiales que denuncian y a la vez desmienten que lo único que exista en la economía política de la moral sea impunidad, desatención y corrupción. Este es un grupo de padres, madres, hermanos, parientes, solos frente al dolor y al Estado, frente a la pérdida y el poder. Un día antes, poco sabían estas personas del dolor de la muerte, del trato con abogados y/o destrato de un Estado abandónico. Para ellos el punto de giro de sus vidas fue la muerte de sus seres queridos.

En su último documento público, extenso y comprometido, denuncian:

Siete años han pasado ya desde la mañana que dividió nuestra vida en dos. Una mañana igual a esta, se aplastaba la vida de 52 inocentes en el tren chapa 16. El país miraba perplejo, sin poder creer lo que los televisores, radios, diarios, y páginas de internet reproducían. Mientras, nosotros recorríamos estos andenes y el hall de la estación. Buscábamos los ojos de nuestros familiares para cruzarlos con los nuestros, sus brazos estirándose para abrazarnos, o al menos un dato para ir a su encuentro. Hospitales, comisarías, móviles de los medios de comunicación ¿Dónde estás? Cuantas veces repetimos esa pregunta al aire, hundidos en la desesperación de manera cada vez más profunda. En las frías morgues de la Chacarita y la calle Viamonte encontramos la más terrible, injusta e inexplicable de las respuestas. Con solo cerrar los ojos, cualquiera de nosotros vuelve a ese momento, escucha una y otra vez los ruidos de las sirenas rebotando en nuestra cabeza. Y después, el silencio (énfasis añadido).

En un punto que cruza y articula a todos los colectivos que analizamos, aquí aparece la búsqueda, la necesidad del encontrar y el encuentro y el abrazo, este gesto cuerpo/emoción que familiares y amigos de toda Latinoamérica repiten como práctica corporal fundante, el abrazar.

Todos estos años de gente, dijo el gran Spinetta. Eso son estos siete largos años. Años de gente común, eso somos y también lo es cada persona que nos acompañó en la búsqueda de justicia sin conocer renunciamientos ni entregas, con una convicción que se fue fortaleciendo más y más cada día (énfasis añadido).

La búsqueda es fruto de un creer, de una convicción y de un acompañarse: la confianza que nace en las tramas del amor filial en tanto energía colectiva. Lo común que se basa en la no traición, en la capacidad de todos los comunes que ponen en común la fidelidad de la confianza.

Un dicho que desborda sabiduría dice que lo prometido es deuda. Porque además no hay deuda mayor que la de escuchar las alertas y garantizar que nunca más la sangre de inocentes manche las vías de este país. Estaremos atentos a que las obras prometidas se cumplan (énfasis añadido).

La expectativa de cumplir lo prometido es ese resorte básico de toda confianza y en dicho esperar con la seguridad que se cumplirá radica la motivación radical de un amor filial que se ha reproducido en prácticas del sentir.

Por eso, es hora que nosotros y tantas otras víctimas de la corrupción, podamos sentir que los poderes de Estado piensan en nosotros, antes que en cualquier otra cosa. Porque no hay propiedad privada ni pública más importante que la vida misma. )…) Huérfanos, viudas, viudos, padres y hermanos que hemos enterrado hijos, hermanos, hermanas y cientos de heridos nos lo merecemos más que nadie y antes que cualquier contexto electoral. )…) Y nadie puede decir que no hemos sido pacientes. )…) Elegimos el camino más difícil, sabiendo que encontraríamos muchísimos escollos en el camino. )…) Al dolor le opusimos fortaleza, al descreimiento en la Justicia le enfrentamos nuestra confianza y a la desazón una constancia de la que nadie puede dudar (énfasis añadido).

El resorte: el amor filial; el vehículo: la confianza; y el resultado: la búsqueda de la justicia; el proceso dialéctico de la práctica colectiva se describe perfectamente.

Nuestro corazón podrá sentir cada vez más el golpe de las ausencias, pero nos mantendremos de pie, para volver siempre al grito que es uno, que nos une y que no dejará de retumbar en estos andenes mientras nos quede vida para hacerlo. JUSTICIA PARA LOS MUERTOS Y HERIDOS DE ONCE.

Si la corrupción mata, el amor mueve y la confianza reconstruye lazos, espacios y cuerpos/emociones.

#nosduelen56 (Guatemala)

Guatemala nos enfrenta a una de las redes de conflicto más extendidas en el mundo contemporáneo: el feminicidio. En el contexto de los nuevos ciclos de protestas de los últimos cinco años, una práctica que ha asolado a la sociedad guatemalteca desde hace algún tiempo, tal como el asesinato de mujeres, también es visible en y a través de diversas acciones colectivas. Con el fin de mostrar la energía de amor filial, lo que sucede en Guatemala tiene tres características muy interesantes: a) no hay grupos más o menos permanentes, b) son las protestas que utilizan recursos expresivos como las acciones colectivas ya mencionadas en los últimos años, y c) especialmente el “Nos duelen 56” muestra claramente que en muchas ocasiones el amor filial como fuente de acción colectiva se nutre y atravesado por otros grupos y energías.

Guatemala es uno de los países con más femicidios y también la tierra del compromiso de miles de mujeres con los derechos humanos en general y los de las mujeres en particular. Durante los últimos años, han convivido en este país corrupción, protestas sociales, enjuiciamiento de presidente y desatención, muerte y abuso de niñas y mujeres. El colectivo que aquí analizamos pertenece a las modalidades de prácticas intersticiales basadas en el amor filial originadas en la motivación desde diversas organizaciones sociales. Las madres aquí son convocadas por los colectivos militantes y, desde ese lugar, se inicia la visibilidad de la tragedia y el pilar de la refundación de la confianza. El amor filial es convocado para tramar la confianza en la denuncia, pero también para inspirar la fiabilidad de las madres y familiares.

A raíz del incendio registrado el 8 de marzo de 2017 en un hogar en el que murieron 41 niñas, ‘Prensa Comunitaria’, con el apoyo del ‘Colectivo 8 Tijax’, propuso la iniciativa de memoria # acción global #NosDuelen568, dos meses después de la muerte de las niñas en una casa del Estado. Gracias a la iniciativa de grupos feministas y colectivos sociales, el grupo de mujeres ha reanudado acciones a favor de las niñas, la realización de actividades junto con algunas madres de las niñas afectadas. Sin embargo, no existe un grupo específico que conduzca las acciones. En la conmemoración del 7 de mayo de 2018, es posible leer y ver en uno de sus muros militantes:

#NosDuelen56 es un grito por la justicia desde el arte, el periodismo, el medioactivismo y los feminismos. Fue impulsado el 15 de mayo por dos medios de comunicación alternativos Prensa Comunitaria de Guatemala y Desinformémonos en México y otros 60 medios digitales y 40 organizaciones y colectivos del mundo que se unieron a una sola voz. )…) #NosDuelen56 se suma a las acciones y luchas por exigir #NiUnaMenos (...).9

Como es fácil advertir, el “nos duelen” es evidencia de la acción performativa del dolor de otro - se siente el dolor en carne propia y se expresa en y desde tres caminos concurrentes: el periodismo alternativo, la militancia en los medios y el feminismo. Aquí no hay familiares sino personas que se “sienten” en consonancia con el dolor de las jóvenes, pero que convocan y reúnen a madres, familiares y mujeres en general. La percepción compartida de un estado de cosas genera la confianza de estar juntos en función de algo común:

Es un ejercicio de memoria colectiva y de dignificación por las 56 niñas que fueron encerradas y quemadas en un hogar estatal en Guatemala el pasado 8 de marzo del presente año )2017). De ellas, 41 murieron como resultado de este crimen femicida y 15 están con heridas de gravedad.

Convocar a las madres y facilitar el acto de habla performativo que implica narrar el dolor permite hacerlo público/colectivo y esto se convierte en la plataforma que redefine al dolor en falta y, con esta, el desplazamiento de lo local a lo global.

El arte es la fuerza motriz que pone rostros y colores al duelo por las 41 niñas que murieron masacradas. A través de esta acción manifestamos nuestra intención porque el mundo las recuerde. Este es el resultado de la contribución de 58 artistas de México, Argentina, Francia, Italia, España y Guatemala. #NosDuelen56 es nuestra contribución por las niñas, contra la impunidad y el olvido.

El movimiento #niunamenos, colectivos de artistas y medios de comunicación alternativos hacen visibles el dolor de las madres y familiares, pero también el de la sociedad toda que lo comparte y quiere “decir algo al respecto”.

Fundación Emilia (Chile)

Este colectivo es un ejemplo de cómo el amor filial deviene motivación de institucionalización - en este caso, la conformación de una fundación dedicada a la prevención de accidentes de tránsito. La muerte de una hija y las disputas con las sociabilidades aceptada y aceptable marcan un punto de inflexión en la vida de una madre.

Este punto de giro condensa y estructura una energía dirigida a la institucionalización de la confianza. Tras el diagnóstico de que esas muertes se pueden evitar en y a través de políticas activas del Estado, educación del ciudadano y promoción por los mass media, se organiza una fundación dispuesta a señalar y suturar las faltas del Estado. El amor filial, al canalizarse en la institucionalidad de una “fundación”, logra que otros/otras compartan no solo el diagnóstico sino también las expectativas de transformar lo dado. Esta fundación se orienta a proponer, hacer votar y obtener una ley que, tomando el nombre de la niña, es un vehículo privilegiado para producir confianza en lo institucional.

Paralelamente, la Fundación organiza un conjunto de vídeos cuya finalidad es compartir la confianza de acompañarse y estar al lado de los “que-tienen-que-pasar por la pérdida”. En estos vídeos se cristaliza la importancia de que otros sepan de las vivencias experimentadas. Esta organización también prepara “campañas” de concientización, maratones, dramatizaciones etc. que procuran socializar comportamientos adecuados, que evitan/reducen los riesgos. En su Facebook se puede leer:

Qué hacemos? Misión Propiciamos una cultura de responsabilidad social vial en la que nunca más tengamos que lamentar la pérdida de vidas producto de siniestros y delitos de tránsito. Visión Promovemos una cultura vial responsable y acompañamos a las víctimas de siniestros y delitos viales. Objetivos 1 Acompañar a las víctimas y sus entornos familiares de afectados por delitos vinculados a la Ley Emilia, buscando entregar un apoyo: personal, psicológico y jurídico. 2 Desarrollar campañas de sensibilización y educación, que permitan fomentar una ciudadanía más consciente y responsable de su comportamiento en la plaza pública. 3 Desarrollar investigación, la cual permita plantear políticas públicas, gestión ciudadana y cambios legislativos, instancias vinculadas con la formación y educación del comportamiento en la plaza pública.

Como en muchos otros colectivos, lo que empieza como amor filial se va configurando en el mandato de sensibilizar a la sociedad - no es solo tomar conciencia en términos cognitivos sino y fundamentalmente inscribirse en otra práctica del sentir, construyendo una política de la sensibilidad.

Estas seis experiencias nos indican al menos tres constantes: a) cómo la vivencia de un “punto de giro” modifica la vida de las personas afectadas, b) cómo el amor filial motiva/genera diversas modalidades de prácticas colectivas, y c) cómo emergen desde estas prácticas intersticiales “redefiniciones” de la confianza como contrapunto a la economía política de la verdad vigente.

El amor filial configura así la posibilidad de establecer un mapeo de prácticas intersticiales que, en el contexto de los “puntos de giro” que implican para los participantes de las acciones colectivas analizadas, dejan ver como son los quiebres de la economía política de la moral y sus pretensiones de totalidad.

En la sistematización realizada en el cuadro de arriba es fácil advertir que: la emoción común entre las diversas experiencias es el dolor, que el rasgo compartido de la confianza es el conectar(se) y que la matriz conflictual más repetida es la conectada con diversos tipos de violencias.

Si pensamos, al menos en las experiencias aquí reseñadas, que la vida colectiva de estas prácticas basadas en el amor filial nos indica la conexión/tensión entre matriz conflictual, emociones prevalentes y rasgo de la confianza que se potencia, es posible visualizar cómo los puntos de giro que experimentan las personas que constituyen estas prácticas de amor filial se inscriben en alguna red de conflicto y en alguna matriz conflictual. Si bien es posible resumir en la violencia las experiencias de cambio que han vivido las personas que integran los colectivos analizados, es menester precisar su referencia a la brutalidad policial, a la ausencia estatal y del mercado en la calidad de vida, en la desaparición y trata de personas, en la corrupción, en la violencia de género y femicidio y en la imprudencia e irresponsabilidad. A su vez, estas redes de conflictos se inscriben en las ausencias del Estado y del mercado, en las fallas institucionales y en el desamparo. Las matrices conflictuales específicas disparan la vivencia de emociones particulares.

Madres, padres, hermanos, familiares y amigos experimentan y comparten un conjunto de emociones similares entre las que se destaca, como ya se ha dicho, el dolor: pérdida, herida, falta, vivida como profunda y repetitiva. Angustia, miedo, incertidumbre, desdicha, impotencia, bronca, enojo y tristeza, son las emociones más referidas que advienen como efecto de lo que se ha perdido.

Si bien aquí no nos podemos detener en una exposición más detallada, si hay una emoción que enfrentan (junto al dolor) estas prácticas colectivas es el miedo10, asociado siempre con la pérdida y la impotencia, con la imposibilidad y la falta. Estas prácticas intersticiales, por esta vía, se convierten en prácticas contrafantasmáticas que desmienten el régimen de verdad de la economía política de la verdad.

Es en este marco que el amor filial se comunica como una emoción (energía) que transforma la realidad (sensu, Sartre), corre el eje desde el dolor y el sufrimiento y lo convierte en oportunidad de cambio y confianza.

Es en este punto que el recorrido helicoidal de la energía del amor filial redefine y provoca la confianza desde la cotidianidad de como las personas viven la vida en y a través de esos colectivos: la vivencias se ensanchan, abren, aparece el compartir, ayudar, el hacerse presente, el acompañar. Son experiencias del persistir, de la fidelidad, son formas autónomas de hacer colectivo. La confianza vuelve en tanto encuentro y encontrarse. Las personas persisten en el amor y logran la confianza de encontrar a otros y a sí mismos en una lucha desigual contra el dolor planteado desde lo individual y fragmentario. El otro está ahí para ser alentado, ayudado, esperado - y todos se transforman en ese otro.

 

" 'Ni permitiréis que vuestros hijos anden hambrientos o desnu- dos, ni consentiréis que quebranten las leyes de Dios, ni que contiendan y riñan unos con otros... " 'Mas les enseñaréis a andar por las vías de verdad y cordura; les enseñaréis a amarse mutuamente y a servirse el uno al otro.

 

 

Santo Tomás de Aquino en su Comentario a la segunda epístola a los Tesalonicenses,13​ afirma:

"(L)a firmeza y estabilidad del Imperio Romano estaba ordenada a que, debajo de su sombra y señorío se predicase por todo el mundo la fe cristiana. Mas ¿cómo puede ser esto, siendo ya pasadas muchas centurias desde que los Gentiles se apartaron del Imperio Romano y, eso no obstante, no ha venido aún el Anticristo? Digamos que el Imperio Romano aún sigue en pie, mas mudada su condición de temporal en espiritual, como dice San León Papa en un sermón sobre los Apóstoles. Por consiguiente, la separación del Imperio Romano ha de entenderse, no sólo en el orden temporal, sino también en el espiritual, es a saber, de la fe católica de la Iglesia Romana. Y ésta es una señal muy a propósito, porque, así como Cristo vino cuando el Imperio Romano señoreaba sobre todas las naciones, así por el contrario la señal del Anticristo es la separación de él o apostasía."

También agrega: "dicen algunos que el Anticristo es de la tribu de Dan, que no se nombra entre las otras 12 (Ap 7); y por eso también los Judíos lo recibirán primero, y reedificarán el templo en Jerusalén, y así se cumplirá lo de Da 9,27: "y estará en el templo la abominación de la desolación" (Mt 24). Pero algunos dicen que nunca será reedificada Jerusalén, ni el templo, sino que durará la desolación hasta la consumación y fin del mundo. Creencia que también admiten algunos Judíos; por eso la explicación que dan de "en el templo de Dios" la refieren a la Iglesia, porque muchos eclesiásticos lo recibirán."

 

El espíritu principal del mal Ahriman se encarnará en la serpiente Lahak y será derrotado por el Mesías (Saahyant).

Benjamin Netanyahu

Espíritu desintegrado en mi filosofía

Benjamín «Bibi»1​ Netanyahu (en hebreoבִּנְיָמִין «בִּיבִּי» נְתָנְיַהוּ Binyamin NetanyahuTel Aviv, 21 de octubre de 1949) es un político israelí. Desde diciembre de 2022 es el actual primer ministro de Israel, cargo que también ocupó desde 1996 a 1999 y desde 2009 a 2021; también es miembro de la Knéset y presidente del partido Likud.

Nacido de padres judíos seculares,23​ fue el primer primer ministro israelí nacido después de la creación del Estado de Israel. Se unió a las Fuerzas de Defensa de Israel durante la guerra de los Seis Días en 1967 y se convirtió en jefe de una unidad de fuerzas especiales Sayeret Matkal. Participó en muchas misiones, inclusive la operación Infierno (1968), la operación Regalo (1968) y la operación de rescate del secuestro del Vuelo 571 de Sabena (1972), durante la cual recibió un disparo en el hombro. Luchó en el frente de batalla en la guerra de Desgaste y de la guerra de Yom Kipur en 1973, participando en las incursiones de las fuerzas especiales a lo largo del Canal de Suez y dirigiendo luego un asalto de comando dentro del territorio sirio.45​ Alcanzó el grado de capitán antes de ser dado de baja. Después de graduarse en el Massachusetts Institute of Technology con los grados de B.S. y M.S., fue contratado como consultor económico por el Boston Consulting Group. Volvió a Israel en 1978 para fundar el Instituto Antiterrorista Yonatan Netanyahu, con el nombre de su hermano, quien murió liderando la operación Entebbe. Sirvió como embajador de Israel ante las Naciones Unidas desde 1984 hasta 1988.

Se hizo líder del Likud en 1993 y ganó las elecciones de 1996, convirtiéndose en el primer ministro más joven de la historia de Israel. Sirvió su primer período entre junio de 1996 y julio de 1999. Tras haber sido derrotado en la elección de primer ministro de 1999 por Ehud Barak, abandonó la arena política por el sector privado. Regresó a la política en 2002 como ministro de Relaciones Exteriores (2002-2003) y ministro de Finanzas (2003-2005) en los gobiernos de Ariel Sharón, pero se apartó del gobierno por desacuerdos con respecto al plan de desconexión de la franja de Gaza. Retomó el liderazgo del Likud en diciembre de 2005, después de que Sharón abandonase el partido para formar el nuevo Kadima.6​ En diciembre de 2006, se convirtió en el oficial líder de la oposición en la Knéset. Después de la elección parlamentaria de 2009, en la que el Likud quedó en el segundo lugar y los partidos de derecha obtuvieron la mayoría,7​ formó un gobierno de coalición.89​ Netanyahu fue electo por tercera vez en enero de 2013 y por cuarta vez en marzo de 2015. Siguió ejerciendo como primer ministro tras las elecciones de abril del 2019 en las que ningún candidato consiguió formar gobierno, y lo mismo ocurrió con las elecciones de septiembre del mismo año. Tras una tercera elección consecutiva, Netanyahu asumió su quinto mandato en mayo del 2020, en un gobierno de coalición con Benny Gantz como Primer ministro alterno,10​ pero la coalición colapsó y hubo nuevamente elecciones en marzo del 2021. En junio del 2021 dejó el cargo de primer ministro y fue sucedido por Naftalí Bennett. Desde diciembre de 2022 es nuevamente primer ministro.

Netanyahu ejerció de primer ministro durante más de 15 años, siendo así el que más tiempo ocupó el cargo en la historia de Israel, superando incluso al fundador del estado, David Ben-Gurión.11​ Fue también el primer ministro electo más veces, encabezando un total de seis gobiernos (1996, 2009, 2013, 2015, 2020, 2022) y el único en conseguir formar gobierno tres veces seguidas (2009, 2013 y 2015).12​ Fue también el único primer ministro de la historia de Israel imputado por corrupción mientras aún ejercía en el cargo.13

 

El Espíritu absoluto se alcanza con la realización del misterio pascual

Ágape y dialéctica

La lógica dialéctica es el cambio constante, en la que dos opuestos luchan entre sí (contradicción dialéctica), y en la que existe: 1.-una tesis (afirmación); 2.-una antítesis (negación) y 3.-una síntesis (negación de la negación).

Ágape en su sentido categórico denota y connota sacrificarse por otra persona y por la verdad, pero en el contexto ideológico contemporáneo, aquello es impracticable,aparentemente. En el movimiento dialéctico, la afirmación (tesis) mantiene una fuerte lucha con su contradicción, con su antítesis (negación), y logra vencer únicamente si desaparece (ejemplos prácticos: sacrificio de Jesús a por la humanidad).

La tesis degenera debido a su antítesis, para preservarse contradictoria-mente necesita anularse y darlo todo (ágape), lo que provocaría según la causalidad, que se equilibre el sistema y se preserve la vida, el orden, el bien; surgiendo la síntesis (negación de la negación) que a su vez, es la nueva afirmación del siguiente ciclo de desarrollo dialéctico.

 

He aquí el paso del ser al no ser para ser

Ser (1←0→1)→No ser(0→1←0)→Para ser(10←01→10)

Vida muerte y resurrección de Cristo.

Aquí todo devenir para, pero la iglesia no ha pasado todavía por el misterio pascual, ella debe de pasar por este misterio si quiere revelar el ser

Iglesia (0 0→1→ ←1→0 0) → Cristo (10←01→10)

→Comunión Cristo Iglesia (10←01→10) ←→ (01←10→01)

He aquí el espíritu revelado

Pero la iglesia en su mayoría no revela esta comunión por lo mismo deviene la reforma dando paso al sujeto moderno con el Espíritu subjetivo.

(101←010→101) ←→ (010←101→010)

La reforma logra un sujeto integrado conscientemente con Dios la cual será la base para toda la modernidad pero este sujeto debe de objetivar el reino de Dios en una teología de la liberación.

(1010←0101→1010) ←→ (0101←1010→0101)

Este reino realmente nunca se revela, acontece por instantes, esta comunión objetiva entre Cristo y la Iglesia solo es posible la fina de los tiempos pero ahora la iglesia invierte los papeles y la voluntad va delante de la razón, oriente va delante de occidente, la mujer delante de los hombres he aquí el anti espíritu esta inversión es necesaria para que la humanidad se conozca a si misma.

(01010←10101→01010) ←→(10101←01010→10101)

Más esta inversión pos moderna nos llevara al espíritu desintegrado

(01010←10101→01010)   (10101←01010→10101)

(01010→10101←01010)   (10101←01010→10101)

(0 0 0 0 0→1→←1→←1→←1→←1←0 0 0 0 0)   (10101←01010→10101)

Oriente desintegrado de occidente

La mujer desintegrad del Hombre

La voluntad desintegrada del logos  

Él no ser desintegrado del ser

La iglesia desintegrada de Cristo

 

El conflicto es permanente pero lo que tenemos es una metafísica de la ausencia, una existencia que no puede alcanzar su presencia, el significante se queda vacío como una información perdida en la pos verdad.

Es una edad media de inmenso movimiento pero nada realmente cambia, la crisis es permanente, mas no hay día nuevo.

Aquí el último hombre termina de morir, manipulado hasta el final por una moral de esclavos irán como carne de cañón a las guerras y uno a otro se estarán vigilando, sin poder comprender que han sido divididos para terminar con todos ellos.

Nace el Ciborg aquel que manipula la información y configura a todos a partir de esta manipulación, vigilándolos ¿Que es un Ciborg? Un organismo de procesamiento de información  el cual está  conectados otros organismos en una cibernética de segundo orden donde él código algorítmico lo organiza todo hasta nuestros imaginarios más profundo.

El anticristo que es impotencia, logra una voluntad de poder virtual desde la que maneja todo el mundo, muy pocos se resisten, aquellos que lo logran son arrasados, estigmatizados como terroristas, de hecho muchos caen en la desesperación corrompiéndose.

La iglesia llega a su maduración por medio del dolor aprendiendo a amar, al igual que Cristo carga con el pecado del mundo, interiorizando el dolor  de toda la humanidad, llegando a  ser ovejas para el gran matadero.

Es aquí cuando el sentido de lo Ágape se comprende:

"Porque tanto a͟m͟ó͟ (Diccionario Strong griego #25 ἀγαπάω AGAPAO) Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree no se pierda, sino que tenga vida eterna"

 

 Este es el amor que "ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado", cuando nos convertimos en Sus hijos (Romanos 5:5; cf. Gálatas 5:22). "En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos" (1 Juan 3:16). Por causa del amor de Dios hacia nosotros, somos capaces de amarnos los unos a los otros.

 

Solo Dios va a Dios nosotros no podemos salvarnos, nuestro amor discrimina, el ágape al igual que el sol sale para justos e injustos, hemos dejado de juzgar simplemente nos entregamos, así el Judío ayuda al palestino y el palestino al judío, la mujer al hombre y el hombre a la mujer haciendo que la naturaleza y la cultura se integren porque el verbo revelado en la humanidad se integra al verbo creador de la naturaleza y el esposo y la esposa llaman al árbol de la vida , he aquí el espíritu integrado, la comunión lograda de Cristo y su iglesia y es que la iglesia volvió a su primer amor.

 

Mosquitos al viento

 

Unos mosquitos precedentes de la hierba fueron a hablar con el rey Salomón

¡Oh Salomón! Tú eres el héroe de los oprimidos

Te ocupas de que los seres pequeños reciban justicia

Y de que no se vuelvan más pequeños que nosotros

Somos pequeñas metáforas de la debilidad

¿Puedes defendernos?

“¿Quién os ha maltratado?”

Venimos a quejarnos del viento

 

“Esta bien” respondió Salomón “Vosotros los mosquitos tenéis  hermosas voces pero recordad, un juez no puede atender solo a una de las partes. Debe escuchar a las dos partes en litigio”

Por supuesto- asintieron los mosquitos  

“Que traigan al levante exclamo Salomón”

Y el viento apareció casi de inmediato.

 

¿Qué  les sucedió a los mosquitos demandantes?

Salieron despedidos

Esa es la conducta de todos los buscadores

Que viene a quejarse ante la presencia de Dios

 Donde están los buscadores primero hay muerte

Luego unión como los mosquitos al viento.

 

Sonidos de la pradera

 

De vuelta estamos en este recodo de la costa

Al que no alcanza ningún océano

Aun atando uno tras otro todos los intelectos humanos

No llegarían hasta aquí.

El cielo descubre su cuello con gran belleza

Pero no obtiene el beso solo lo saborea

Este es el alimento deseado por todos aquellos

Que deambulan por el desierto

Por favor danos tu mana y codornices

De nuevo estamos aquí con el amado

Este aire un grito, estos sonidos de la pradera

  Un extraordinario mito

Estamos en presencia de aquel que jamás se ha apartad de nosotros

¡Cuando se llena el odre comprendes que ha llegado el aguador!

El odre se apoya con cariño contra tu hombro

Sin ti carezco de conocimiento

Ni de forma de conmover a nadie

Cuando alguien mastica caña de azúcar

Es porque desea su dulzura.

 

Dentro de este globo el alma ruge como el trueno

Y, ahora, silencio, mi estricto tutor

No voy a intentar hablar de Emanuel

El lenguaje no debe de tocar esa presencia.

 

Ayaz y la perla del rey

 

Un día el rey reunió  a todos sus cortesanos

Y le dio al ministro una perla resplandeciente

¿Cuánto dirás que vale esto?

Más oro del que puedan transportar cien asnos

“Rómpela”

Majestad como quieres que malgaste así vuestros recursos

El rey le regalo una túnica por su respuesta

Y volvió a coger la perla

Después de hablar con la asamblea de varios temas

Puso la perla en las manos del chambelán

¿Por cuánto la venderías?

Por medio reino pero Dios me libre

¡Rómpela!

Mi mano se niega a moverse para hacer tal cosa

El rey le recompenso con una túnica de honor

Y un incremento en su retribución y así continuo con cada uno

Delos 50 o 60 miembros de la corte

Uno por uno fueron imitando al primer ministro y al chambelán

Y recibieron nuevas riquezas

Entonces la perla llego a manos de Ayaz

¿Puedes describirme el esplendor de esta perla?

Es más de lo que yo pueda describir

 ¡Rómpela!

En este mismo instante en trozo diminutos  

Ayaz había tenido un sueño

Al respecto y llevaba escondidas dos piedras en la manga

Con las cuales redujo la perla a polvo.

Así como José escucho el final de su historia

Desde el fondo del pozo

Este tipo de personas comprenden que no existe diferencia

Entre el éxito y el no existo

No te preocupes por las formas

Si alguien  quiere tu caballo

Déjale que se lo lleve

Los caballos son para apresurarse delante de los demás.

Todos los miembros de la corte allí reunidos gritaron

Contra la imprudencia de Ayaz 

¡Cómo has podido hacer tal cosa!

La palabra del rey supera el valor de cualquier perla

Mi respeto es por el Rey no por una piedra de colores

Los príncipes cayeron inmediatamente de rodillas

Y tocaron el suelo con la frente  

Sus suspiros se elevaron como una nube de humo

Pidiendo perdón.

 

El rey hizo un gesto a su verdugo

Como diciendo llévate de aquí a esta basura

Ayaz brinco hacia delante

Es vuestra compasión la que les hace inclinarse de esta manera

¡Devolvedles la vida! ¡Permitidles que conserven la esperanza de unirse a vos!

Ahora son conscientes de su error

Como cuando el borracho dice:

No  sabía lo que estaba haciendo

Y entonces alguien señala

Pero fuiste tú el que atrajo este error

Te lo bebiste

Tenías otra elección

Ahora comprenden con claridad que su imitación

Les sumió  en un sueño  

No os separéis de ellos

Contemplad todas estas cabezas apoyadas en el suelo

Haced que sus rostros os contemplen de nuevo

Que se laven en vuestro fresco lavadero

Ayaz y su labia siempre alcanzan este punto

Y entonces se quiebra el lápiz

¿Puede un plato contener el mar?

Los borrachos rompen las copas pero tú vertiste el vino

Ayaz dijo me habéis escogido para aplastar la perla

¡No castigues a otros por mi obediencia de borracho!

Castigadles cuando este sobrio

Porque jamás volverá  a estar sobrio

Cuando alguien se inclina como ellos están inclinados

Ya no es el mismo al volverse a levantar

Al igual que un mosquito caído en vuestra cuajada

Se ha convertido en vuestra cuajada

Las montañas están temblando,

Su mapa y su compás son las líneas de vuestra mano

 Husam requiere cien bocas para decir esto

¡Pero solo tengo esta!

Cien mil sensaciones del espíritu están deseando salir por ella

Me siento aturdido

Ante tanta abundancia, aplastado y muerto.