martes, 4 de agosto de 2009

PERFORMANCE MIGUEL BLASICA

SOLDADO DESCONOCIDO / ANTES – AHORA – AFUERA – ADENTRO / NADIE VA A HACER DE MI LIBERTAD SU NEGOCIO – FOTOS DE SALIDA 1-2 Un amigo me pregunta que es para mi SOLDADO DESCONOCIDO irrupción urbana – performance, pero la performance es ahora palabra hueca, desgastada, coaccionada, asimilada, decodificada pese al impulso que ha tomado como continuidad del teatro pánico o de guerrilla muy en boga en los sesentas y setentas en USA. Yo le quiero contestar con dos puntos tratando de acercarme a una noción, aún lejana de un propósito que me traspasa, que aun no tengo porque comprender. Debo elaborar primero resultados de estas confrontaciones: Si en la historiografí a reciente del teatro peruano, hace 40 años, un actor llamado Jorge Acuña se instaló con una tiza en la mano y trazó en el suelo su espacio escénico narrando su “sopita del pobre” lo que busco en aquel ya lejano 1968, no fue sólo una convocatoria del espectador, sacarlo de los recintos cerrados donde el teatro era un acuerdo burgués y acomodaticio, lo que Acuña prefiguraba era otro lenguaje, otra forma de articular la narración mediante un nuevo encuentro. Que se sirviese del mimo o la pantomima era pura referencia, era la primera piedra para una evolución en la comunicación entre actor y espectador. Acuña buscaba la convocatoria, el ruedo. Era su tiempo y su expectativa. Hoy S.D no busca eso. Rechazo la convocatoria; y lo hago porque el espectador no espera nada más del teatro, para él es sólo un pasatiempo bobo y estupefaciente, un torpe simulacro de la verdad a la cual no se acerca ni por asomo. Porque este espectador sabe muy bien donde están los conductos que lo conducen a intensidades que reflejan la vida. Porque sabe muy bien que el teatro de sala, es ese juego acordado donde se complace que no le toquen la vida, que sólo complazcan su enterteinment, mientras bosteza y mira la hora para irse con los suyos a comer pollo frito. Para eso gasta su dinero. Porque sabe bien (Como lo dicen claramente Escohotado y otros) que hace rato la espectacularidad del modus vivendi de la ciudad postmoderna se instaló para quedarse. ¿Qué puede ser más adrenalínico e intenso que mirar por TV a un alcalde acusado de contagiar de VIH a sus empleados, entre ellos menores de edad, a los que chantajeaba sexualmente, o mirar en Internet la venta de manuales para vídeos porno caseros que inducen a tener sexo con niños y colgarlos en la red? Todo ello con el componente mediático que estimula y evacúa sus residuos para volverlos a estimular. El actor que se dedica a entretener, aceita esta maquinaria y sabe bien al juego al que se presta, se alquila o se vende, sabe muy bien que está adentro y lo acepta porque el sentido común ya lo ha aceptado. No hay convocatoria porque ya no hay espectáculo, y si lo hubiese este sería el espectáculo de la indiferencia y el aislamiento del ser urbano, esto esta enquistado, inoculado en todos y de lo que se trata es de “afinar la sintonía”. Razón tiene Christian Franco cuando menciona que el teatro loco esta afuera, pero se equivoca en algo: no existe ya una ilusión de afuera ni de un adentro. La realidad es como una pantalla plana (Carlos Cueva lo mencionaba) pantalla tipo LCD, añado, toda perspectiva (proyección, proceso, acumulación, programación de nuestro trabajo etc.) esta anulada. Vivimos de la instantaneidad que destruye lo que hace un instante existía, como lo querrá hacer incluso con el pensamiento que ordena estas palabras. No hay más ilusión amigos, todo “arte” en el tiempo de la muerte del arte, se dedica a mostrar el truco, el artificio no esta más escondido como creía aun en 1997 Ricardo Santa Cruz, no hay adentro ni afuera del escenario, o en todo caso todos estamos adentro y afuera al mismo tiempo. Casi todos parecen haber llegado a su límite, a la repetición y al desgaste, es lo que le ocurre a Yuyachkani por ejemplo. Es por ello que no hay convocatoria. Nadie es indispensable, pero todos somos necesarios como decía Aurora Colina. El espectador esta allí y hay que buscarlo, evidenciar la total in-diferencia, el aislamiento individual como signo de nuestro tiempo. En ello, la tranza económica es inevitable en muchos casos pero hay que saber como y donde ubicarla para no entorpecer la búsqueda creativa. Durante mucho tiempo pensé que trabajaba fuera del teatro, que la exploración experimental era un camino aparte del teatro en sí, mentira! Los caminos que toman algunos artistas son las máscaras que el teatro está utilizando para sobrevivir, para adquirir otras formas en los que se manifestará este siglo XXI que empieza, allí radica su sabiduría de siglos. El hecho de separar que esto es teatro y lo otro no (la bizantina discusión última si la fiesta de Paucartambo es o no teatro, por ejemplo) es pura mierda segregacionista que busca etiquetar, clasificar, ubicar. Eso le sucede ya a la performance porque esta clara su capacidad de trasladar un contenido y cometido político y social, he allí la peligrosidad que requiere su “ubicación especial” Expuesto el primer punto, paso al segundo: Se trata de un extracto de mi diario (que llamo “de intestinos”) y que escribí en la exposición de nuevos trabajos de José Tola en Barranco en junio último, pensaba también en mi amigo Nagel Diaz, amigo del alma, con quien tuve una fuerte discusión de ideas y propósitos por aquellos días, lo expongo, a pesar del caos y del riesgo de manifestar asuntos íntimos, porque posee una carga de lo que significaría luego S.D. Tola dice en uno de sus cuadros: NADIE VA A HACER DE MI LIBERTAD SU NEGOCIO, aquello me conmueve profundamente: “Miro a Tola, su trabajo, expone sus alas, veo bastante. Espero aquí fondo de galería en silencio, aura de silencio, tres árboles jóvenes sobre piso de cemento. Mis ganas, mis fuerzas, mis lágrimas, un remolino hacia mi mismo desde que se fue Claudia. Tu nomás cumple con tu mujer dice Nagel y quizás tiene razón. Un motor rugiendo a punto de estallar. Frenado a la salida. Miro a Tola, serie de largos poemas que se pierden en el horizonte. El mismo tono compositivo, etapa puente, formas compartiendo en formas circunvaladas, bordes definidos. Ya no se sale del marco. Habitado por monstruos con los cuales aprendió a compartir, aprendido de Goya. Mi cuarto solitario donde me quedo, agotarme de vacío, quedar vacío hasta dormirme. A Nagel le duele que la música no sea una opción principal para mí pero que tenga otra opción aquí en el infierno, en su concepción de asimilado a la sociedad. Dos hombres traen una escalera y la dejan al costado de los árboles. Nagel me hinca, sé que no estoy porque he gritado hablando, porque quiero gritar, porque las costuras deben romperse, porque es un amigo a quien no quisiera decepcionar. Mi obra, mis carrizos quebrados sujetados por hilos frágiles en sus junturas. El vuelo es posible ¿para julio? Fiestas patrias, mierda de tiempo propicio, soldado desconocido, entre ellos no hay nadie. Ana ¡qué mierda espero de Yuyachkani? No me interesan, ya vi hasta donde podían llegar, ya les chupé la médula. En sus cuadros Tola coloca a sus parásitos bocas y ojos como trompetas que succionan cruces y estrellas negras, a nosotros mismos con nuestro estiércol, el tiempo esta hecho de látigos, puedo dejarte a ti morir y quedarme quieto, la neblina es vapor de hielo vapor solamente. No es a la exigencia de mi cuerpo sino a lo que dejo de creer, cada día que pasa es tomado en cuenta, cada día. Cada día todos son muñecos hechos de estiércol, atravieso paredes por eso digo esto. No Nagel no es esa la música que quiero. Estudio los comportamientos antropológicos para saber como funcionan sin mi. Soy el sepulturero y los enterraré a todos. Ratón, ratas de laboratorio encajonadas. De aquí debo ver el mar, escribir: Soldado desconocido, silencio en el que no se mueve mi pensamiento. Alas zurcidas con estrellas negras, vuelo entre ustedes y mi sueño fabricándose entre dolores de cabeza, reloj que se amontona en esta arena, aprendiendo estoy a ver morir y realmente verlo y bailar, artefacto de palos quebrados sujetado con soguillas, unas cuantas palabras al animal de metal extraño, de muerte imprevista para nacer al frío acaso como ladrillo puesto encima uno de otro, emperrado cebo ¿una y otra vez al mar? Algo roto soltado en debacle, boca y ojo como largos clavos, hoy quizás empiece limpio como vaso de agua, sábana blanca sobre niños dormidos que me piden que no los deje solos, pero ellos ya están solos, en el artificio de sus mandíbulas, y no hay nada que yo pueda hacer por ellos. 5.06.07 SOLDADO DESCONOCIDO (IRRUPCIÓN URBANA) SE PRESENTARÁ POR ÚLTIMA VEZ EL DÍA 28 DE JULIO – 15 HRS. EN LA CDRA 10 DE LA AV. JOSÉ OLAYA, AL PIE DEL MORRO SOLAR. INGRESO LIBRE – LLEVAR ESCARAPELA Al director Miguel Blásica: La “producción de sentidos” que todo espectador genera de “x” producto está más allá de las “buenas” o “malas” intenciones del hacedor de tal producto [entiéndase, las que el “autor” hace inteligibles o no]. Lo único que vamos a decir por ahora es que EL MORBO VENDE, y más en una sociedad “latinoamericana” en donde el melodramatismo es el psicoanálisis barato de los pobres sujetos que no pueden llevar a cuestas los costos de vivir en un territorio periférico y aculturado. Iremos como revista El_Zahorí a espectar para luego escribir sobre el espectáculo que usted presenta. Y no porque nos haya “impactado” su retórica marquetera que nosotros preferimos catalogar como “efluvios subjetivistas” sino porque si de algo se caracteriza el actual “teatro experimental” hecho en el archipiélago teatral limeño es precisamente de ser "variadamente" subjetivo [así como el grupo CUER2 se regodea en el supuesto “sujeto a-temporal”, es decir, “a-histórico”, así usted Blásica al parecer nos habla de la “muerte del espectáculo” y por ende del “teatro” en tanto relación actor-espectador, pero hace de su declaración una patética invitación a que se vaya a espectar su “último” trabajo: ¡si el espectáculo teatral ha muerto ¿por qué sigue preparándolos y avisando de que ya están para ser espectados?! ]. Y como ya hemos dicho, iremos pero a dar la batalla contra el subjetivismo llorón. En lo que escribamos responderemos a algunas cuestiones capitales, con la salvedad tal vez de que “otros” nos consideren “subjetivos”, ¡mascee! Juan Ayala Cronista de la XX Muestra de Teatro Peruano Me has emocionado Miguel, me cagas porque me dices que no hay un adentro y un afuera, ¿y es cierto no lo hay?, nos estas invitando al teatro loco del que yo hablo, y por alguna razón es hermoso, tu trabajo el cual crea un distanciamiento para un rato ver las mascaras, las representaciones de la cotidianeidad, y es que acoso no eres tu ese soldado eminentemente subversivo, descontextualizado de la guerra del pacifico, a la guerra no declarada contra la globalización y su espectacularizació n. Y bien una guerra desde adentro radicalizando hasta el último estas lógicas, iremos a espectar la rutina, no irrumpida, porque de hecho no la irrumpes, la acompañas eres parte de ella, y al mismo tiempo consigues desde la gelida mantis otro tempo, iremos como meros espectadores, no lo creo, de hecho la acción consigue problematizar esta acción- no acción, no seremos más el sujeto espectador, es imposible, porque ya compartiendo el tiempo de la acción, simplemente somos parte de ella, y la pregunta es se ¿conseguira que los otros actores, esos que no fueron invitados por tu convocatoria, también se den cuanta del Teatro loco?.O de pronto reproducirán la institucionalidad burguesa del espectador pasivo mirando tu espectáculo, cayendo en el teatro dentro del teatro sin darse cuenta. Que será después, el registro entrara a la institucionalidad de las artes visuales, que es el eje de toda la ideología conservadora global, o se apelara a la blogosfera para hacer el ejercicio crítico y de interpretació n. Juan Ayala se rasga las vestiduras con tu retórica segùn el marketera, y a mi esta me emociona, ya que logra por un momento ese afuera que es un adentro, que tu tildaras de ilusión, y nos obliga a pensar en una nueva institucionalidad, no de grandes edificios, ni de espacios, sino de leer el tiempo , la historia y la contemporaneidad, pues será bello verlo al propio Juan en esta épica en la que se esta dando un paso en la nueva construcción de un modelo histórico y politico-social Pese a quien le pese sobre todo aquellos que intente encasillarlo como una performace más. En este trabajo hay una respuesta generacional una otredad que ciertamente no llama a un afuera sino a una guerra desde adentro, no un adentro de las intituciones culturales “independientes” todas revendidas y desgastadas, sino ese espacio donde el hombre o ; por lo menos los hombres que no renunciamos a sentir y pensar, es y será siempre libre. Christian Franco Diacritico Modelo de arte desempleado, desde que reclamo sus derechos en la facultad de arte de la católica Biotejedor del Biotejido Teatro Loco A.S .

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola...leí completo el análisis social, político, transversal a todo lo humano en ésta época denominada "globalización" o "posmodernismo", que te deja sin respuestas, que te pasa por encima, sólo, quedas solo, queriendo tu libertad y la libertad, dándote cuenta que ya el lenguaje no nos alcanza para expresarnos, porque han vaciado las palabras también.
Dolor de soldado desconocido, tal vez muchos seamos soldados desconocidos sobreviviendo, encerrados en cuartos solos. Intervenciones urbanas aparecen como íconos, tanto en teatro como en plástica o música, de esos sueños que no son utópicos...la historia no termina en el siglo XXI, pase lo que pase como va...
Te dejo un saludo. Ana