Meta expresividad en el Perú
Para hablar con el Arcángel Miguel caído
y en su caída humano, es necesario hacer vibrar mis metagramas y es que Miguel
hizo estallar sus tímpanos para no escuchar, por lo menos para no escuchar con
los oídos y si con todos sus otros órganos sobre todo con el corazón y así me
mira como desde una montaña y me habla con su voz de millares de hombres
dolidos a los que no se les dio tiempo de expresar su verdad.
Primera vibración Andina Anahata instinto humano→
naturaleza→ conciencia, los rayos del sol clavan
a Miguel y el dolor de su musa perdida hace que sangren todos sus poros, lo que
nos obliga a caminar junto al rio chili y él puede lavar su conciencia por un
tiempo, Miguel es el rio desiertico clavado por el sol
Segunda vibración Griega Vishudha
Manipura Naturaleza mitológica →conciencia→instinto
humano el Ángel danza con el espíritu su
cuerpo no le da más, no son solo sus oídos sus ojos dejan de ver y entonces
surge la imagen del vaso que cae en odisea en el espacio, y Miguel se rompe se
desintegra, la necesidad de hacer su obra
su egonaufragio, lo oprime desde adentro y todas las máscaras lo hacen
caer, por más que abrazo sus alas, no puedo contenerlo.
Tercera vibración Dharmica Ajña svadhisdhara
Deseo→Conciencia
del Maia→ Nirvana Silencio
exquisito las representaciones abre el teatro en la mente de Miguel y vienen
los Karmas desde la flor que necesita la oscuridad y que el antes llamaba
hermana, hasta el silencio de su hija cada vez más lejano, todo perdón esta
ideologizado más hay un detrás del perdón, ¿Aquello por detrás de las palabras
y los signos no son otros signos? No, hay un infinito o son piedras que hay que
saltar para llegar a lo que está detrás de
los metasignos, solo en Dios está el continuo infinito, la esfera sin límite y
entonces desde su mirada no hay signos solo la transferencias de el a nosotros
y de nosotros a él, si aceptamos su perdón.
Cuarta vibración Cristiana Sahashara
Muladhara Padre→Hijo Miguel→Espíritu santo
[La construcción social de una
narrativa alternativa sobre la guerra insurgente-contrainsurgente alterada por
una revelación ]
En el Perú hay dos discursos
oficiales sobre la guerra insurgente-contrainsurgente vivida desde 1980 hasta
aproximadamente 1992 con la captura de Abimael Guzmán. El discurso militar y
derechista denomina a esta guerra “lucha contra el terrorismo” y el discurso de
la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) del Perú que la denomina
“conflicto armado interno” que cubre el espacio político centrista e
izquierdista llamado moderado. El discurso de Sendero Luminoso la denomina
“guerra popular” y el del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, “guerra
revolucionaria del pueblo”. Detrás de cada denominación hay, por supuesto, una
visión de lo ocurrido en el Perú.
Miguel-La verdad no puede ser discursiva
lo comprendo el ego naufragio es vital en cada uno de estos discursos.
La CVR comenzó su trabajo en el año
2001 y lo concluyó en agosto de 2003 por encargo del gobierno de transición de
Valentín Paniagua. El término que adoptó, “conflicto armado interno” o “guerra
interna”, procede del derecho humanitario internacional. Es un término
jurídico. Esto es curioso, pues la mayoría de los comisionados no eran
juristas, como que la vena del discurso de la CVR es más bien una construcción
mucho más basada en las ciencias sociales que en el derecho.
Miguel- Tu lo hablas la necesidad de
partir de una meta estructura, no desde una posición en la estructura
Nuestra opción es hablar de “guerra
insurgente-contrainsurgente” por ser un término más preciso y usado en las
ciencias sociales, aunque tomado de la teoría y estrategia militar.
Notablemente, el estamento militar y policial en el Perú niega que se haya
tratado de una guerra, donde el enemigo sería una fuerza beligerante, sino que
plantea el tema como una lucha anti-delincuencial. Por otro lado, no todos los
conflictos armados. tienen una naturaleza insurgente y contrainsurgente. El
término “terrorismo” es menos preciso también, porque una insurgencia puede
recurrir al terrorismo sin limitarse a éste. Lo insurgente no quita lo
terrorista y lo terrorista no quita lo insurgente. Por supuesto que el debate
público, sobre todo a nivel mediático, lleva una gran presión por adoptar un
tono condenatorio más que científico Miguel-¿Científico? ¿La posibilidad de negar
mi discurso por una falsación experimental? Más la experiencia siempre será una
experiencia espiritual y lo empírico su caída, si me quedara ahí cierro toda
posibilidad de redención, el espíritu debe de volver al espíritu y entonces la única
ciencia es la santidad que cae en la experiencia y se puede redimir de ella más
la experiencia solo puede probar la caída, la redención siempre será una
cuestión de fe, la verdad es muy clara en la guerra todos caen en el terror la
derecha, el centro , la izquierda oficial, la insurgente, quien cayó más, quien
cayo menos es cavar más profundo el hueco de la mentira en nuestras almas o
preciso, lo cual genera suspicacia sobre cualquier denominación que no sea “terrorismo”.
Es cierto también que después de los atentados terroristas del 11 de septiembre
de 2001 en los Estados Unidos el término “terrorismo” y “guerra al terrorismo”
ganó preeminencia mediática y social.
En 2003 la CVR presentó un informe
final voluminoso, hecho por muchas personas y no siempre hay coherencia en los
énfasis de sus diversos discursos. El núcleo comisionado, y particularmente el
núcleo de funcionarios ejecutivos, provino de un entorno limeño procedente de
ONGs, dirigentes políticos de partidos de la izquierda “legal”, principalmente
de la Universidad Católica de Lima y secundariamente de la Universidad de San
Marcos. Estas instancias recurrieron a la subcontratación de diversos
intelectuales que habían trabajado previamente cada tema para que elaboren
informes temáticos o geográficos. El personal “de planta” de la CVR se dedicó
principalmente a hacer entrevistas a víctimas de violaciones de derechos
humanos de las que salieron un archivo de testimonios y, sobre todo, una base
de datos que dio lugar al estudio cuantitativo de la CVR.
Las principales y más controversiales
tesis de la CVR son las siguientes
Sendero Luminoso fue el principal
perpetrador de las muertes de la guerra insurgente-contrainsurgente.
Es mentira las muertes las causamos todos
Las muertes causadas por Sendero Luminoso
se debieron a una estrategia premeditada de violaciones de derechos humanos,
derivada de una concepción ideológica totalitaria que despreciaba la vida
humana.
Las concepciones en el hombre siempre
son totalitarias así sean conscientes de su relatividad cultural o subjetiva
más la cultura y el sujeto ambicionan la totalidad y en ese proceso tarde o
temprano despreciaran la vida humana así como volverán a amarla y valorarla si
siguen caminando, pero los hombres no siguen caminando mucho menos cuando en el
camino se les cruza Dios.
En cambio, las muertes causadas por
las Fuerzas del Orden (FFOO) no obedecieron a una estrategia premeditada, sino
a errores iniciales producto del desconocimiento del enemigo al que
enfrentaban. Más aún, las FFOO cometieron masacres de campesinos “en algunos
momentos y en algunos lugares”, dejaron de lado esa estrategia a finales de los
años 1980s y recurrieron a una estrategia de poner a la población de su parte,
con lo cual se logró derrotar a la insurgencia.
Hay en la política la posibilidad de
generar consensos engañado , seduciendo , mintiendo , esto es violencia blanda
pero no es mejor que la violencia dura e incluso llega a ser mucho más maligna
y pareciera no tener fin.
Las violaciones de derechos humanos
ocurridas en los gobiernos de Fernando Belaúnde y Alan García implicaron una
responsabilidad exclusivamente política, mientras las violaciones de derechos
humanos ocurridas en el gobierno de Fujimori implicaron una responsabilidad
política y personal.
No es justo hacer de Fujimori el
chivo expiatorio de los derechos humanos, como tampoco es junto cargar todo el
terror en el Alma de Abimael Guzmán, tarde o temprano los chivos expiatorios devolverán la maldición que cargamos sobre ellos
en nosotros y en todos nuestros descendientes
Sendero Luminoso y el MRTA no sólo no
representaron a sectores sociales con reivindicaciones políticas y sociales,
sino que no tuvieron apoyo popular. Los dirigentes senderistas y emerretistas
no eran campesinos, sino criollos o provincianos “desindianizados”. El apoyo
que pudieron demostrar lo consiguieron por la fuerza, conminando a la gente a
sumarse a sus filas.
La cabeza del Inkarri es la de
Abuimael Guzman ahora solo falta el cuerpo ¿Habrá la posibilidad de otro inkarri? O estamos
condenados a perecer en nuestro sueño de libertad e integración porque hemos
hecho del Inkarri un anticristo.
Derivado de lo anterior, gran parte
de la población que fue víctima de la guerra insurgente-contrainsurgente estuvo
“entre dos fuegos”. No fue parte ni de Sendero y el MRTA ni de las FFOO.
Basta Dios Santo ante ti nunca habrá victimas
sino victimarios y es mejor apurarnos en reconocerlo, antes que sea tarde y
nuestras sombras nos terminen de devorar.
La izquierda legal 1. si bien no
reaccionó a tiempo y con contundencia en su condena a Sendero Luminoso y al
MRTA, 2. se enfrentó a Sendero Luminoso y el MRTA con lo cual contribuyó a su
derrota.
La izquierda tuvo miedo como lo sigue
teniendo ahora, y desde su miedo ya no son humanos sino ratas.
Al publicar su informe la CVR fue
cuestionada principalmente por la derecha fujimorista y el estamento militar.
La acusación directa al fujimorismo y la documentación de violaciones de
derechos humanos por las FFOO fueron rechazadas de plano por estos sectores. La
CVR tuvo una clara prioridad en acusar a Fujimori y a las violaciones de
derechos humanos cometidas en su gobierno. Este cuestionamiento fue un duro
ataque lanzado desde los medios de comunicación bajo influencia fujimorista.
Casi dos décadas después de la
presentación del informe final de la CVR las dos narrativas oficiales han
mantenido su predominio mediático, principalmente la narrativa militar
derechista de los sectores vencedores de la guerra. La narrativa de la CVR ha
mantenido su oficialidad principalmente por su conclusión de que Sendero
Luminoso, y no el estado peruano, era el principal perpetrador de muertes
durante la guerra insurgente-contrainsurgente. Sin embargo, diversos
planteamientos que surgieron de la CVR han venido siendo cuestionados en las
dos décadas posteriores.
Pero aparte de este cuestionamiento
se produjo también un debate sobre las cifras de la CVR y sobre el discurso de
la CVR en las nacientes redes sociales. Los exfuncionarios de la CVR se
concentraron en defenderse del sector político que más vocalmente los
cuestionaba, la derecha, y en tal contienda asimilaron toda crítica a su informe
como procedente de la derecha.
Casi dos décadas después de la
presentación del informe final de la CVR las dos narrativas oficiales han
mantenido su predominio mediático, principalmente la narrativa militar
derechista de los sectores vencedores de la guerra. La narrativa de la CVR ha
mantenido su oficialidad principalmente por su conclusión de que Sendero
Luminoso, y no el estado peruano, era el principal perpetrador de muertes
durante la guerra insurgente-contrainsurgente. Sin embargo, diversos planteamientos
que surgieron de la CVR han venido siendo cuestionados en las dos décadas
posteriores.
El resultado de que Sendero Luminoso
es el principal perpetrador de las muertes de la guerra
insurgente-contrainsurgente no estuvo basado en los datos que la CVR pudo
acumular, sino en una proyección estadística que fue cuestionada desde el día
uno de su publicación. Esta proyección fue ejecutada bajo un método indirecto
que inflaba en número de muertes perpetradas por Sendero Luminoso. Mientras en
los datos documentados el mayor perpetrador era el estado, en las proyecciones
de la CVR, el mayor perpetrador era Sendero. Los consultores contratados para
este resultado estadístico lo diseminaron con gran jactancia como ejemplo de
que los datos originales llevaban a conclusiones incorrectas, mientras que sus
métodos estadísticos sí daban cuenta de la realidad subyacente invisible a
simple vista. Se trató de un trabajo cuantitativo que tuvo implicaciones
cualitativas, pues esta reversión de responsabilidades, obtenida defectuosamente,
se convirtió en un punto central de la narrativa de la CVR. Estas conclusiones
de la CVR fueron cuestionadas ni bien se publicó el informe final (ver Rendon
2010a,2010b).han sido desafiadas recientemente (Rendon 2019a, 2019b),
mostrándose que no hay reversión de resultados de los datos originales: las
FFOO son el principal perpetrador antes y después de una proyección estadística
bien realizada.
No todas la acciones de Sendero
Luminoso fueron como la masacre de Lucanamarca. Sendero Luminoso apostó a
ganarse el apoyo campesino con la coerción, pero también con el consenso y la
negociación (Caro Cárdenas 2014). Muchas de las muertes ejecutadas por los
bandos armados contaron con la aprobación de sectores inicialmente no
beligerantes. De hecho, en las narrativas oficiales hay inexactitudes
flagrantes: la CVR atribuyó la ejecución de la masacre de Lucanamarca al
escritor Hildebrando Pérez Huarancca, cuando la evidencia para tal acusación
era totalmente débil (ver Cox 2012). (El informe de la CVR sobre este caso
volvió a cobrar actualidad recientemente por la acusación al ex-ministro de
trabajo Iber Maraví en parte por se yerno de Pérez Huarancca). Sendero Luminoso
y el MRTA tuvieron apoyo social. Varios de los dirigentes senderistas y
emerretistas eran de la zona de operaciones, surgidos de experiencias
partidarias, sindicales o de organizaciones populares. No todo el apoyo que
tuvieron fue logrado obligando a sus reclutados a sumarse a sus filas. Hubo
sectores populares que sintonizaron con la violencia insurgente y vieron en
ella la continuación de sus luchas sociales por otros medios (Durand Guevara
2006).
La condena a la insurgencia como a la
contrainsurgencia en las narrativas oficiales ha impedido ver el lado humano de
los beligerantes armados, sus motivaciones, sus contradicciones y las
consecuencias de sus acciones sobre sus familias. Las nuevas investigaciones
les ponen relativamente más énfasis a estos ángulos (Caro 2006, Agüero 2015,
Guiné 2016, Guiné et al 2018).
Las FFOO tuvieron una estrategia
premeditada de eliminación física de posibles partidarios de la insurgencia. No
todo el apoyo que tuvieron las FFOO fue voluntario, ni todo el apoyo que
tuvieron los insurgentes fue obligado.
El mayor número de ejecuciones
extrajudiciales de parte de estado ocurrió durante los gobiernos de Fernando
Belaúnde y Alan García implicaron. Sin embargo, la narrativa de la CVR puso el
mayor énfasis en los casos y en una narrativa particularmente antifujimorista
que dejaba en relativamente mejor situación a Belaúnde y García. Más aún, el
presidente de la CVR se expresó con meridiana claridad a favor de votar por
Alan García contra Ollanta Humala en la segunda vuelta del año 2006.
La CVR estableció una división
excluyente entre víctimas y victimarios, particularmente de cara a las
reparaciones y que los victimarios insurgentes no reciban reparación alguna (a
diferencia de los victimarios contrainsurgentes). En realidad, muchas víctimas
fueron a la vez victimarios pues se sumaron a alguno de los bandos armados y hubo
incluso sectores que adoptaron lógicas de supervivencia antes que una rígida
partidarización (Gavilán Sánchez 2014). Y muchas muertes fueron producto de
conflictos personales y sociales pre-existentes a la guerra
insurgente-contrainsurgente. Estos conflictos se resolvieron participando de
algunos de los bandos armados en guerra (Theidon 2014). Las víctimas y
victimarios en muchos casos formaban parte de la misma comunidad y eran hasta
cercanos.
La izquierda legal al comienzo fue
simpatizante y competitiva con la insurgencia y luego fue partidaria del
estado. La CVR tenía un conflicto de intereses sobre este tema, pues casi la
mitad de sus comisionados eran ex dirigentes de partidos de esa izquierda, y
varios de sus funcionarios altos y medios. Los intentos de hacer la lucha
armada de parte de sus antiguos partidos les eran muy bien conocidos, pues los
habían vivido, pero éstos no figuraron en el informe de la CVR. Tampoco figuró
la colaboración de estos partidos con las FFOO para derrotar a Sendero Luminoso,
sobre todo en los dos primeros años del fujimorismo. Varios de los comisionados
bien hubieran podido dar su propio testimonio sobre su participación en la
guerra insurgente-contrainsurgente y no lo hicieron.
Desde luego que no se puede hacer una
contraposición excluyente entre las múltiples y heterogéneas afirmaciones de la
CVR y las múltiples y también heterogéneas afirmaciones investigadas sobre la
guerra investigadas en la post-guerra. Es claro, empero, que con el tiempo y
las nuevas investigaciones se vive un proceso en que se va pasando del
cuestionamiento de la narrativa oficial a narrativas alternativas. Estas
últimas son incluso mucho más amplias en su cobertura disciplinaria, pues
incluyen muy claramente expresiones literarias como parte del entendimiento de
la historia reciente del Perú (ver Cox 2008). Es decir, no se limitan a la
búsqueda de un conocimiento científico-social convencional, sino que incluyen a
la ficción como parte del entendimiento de la no ficción.
La guerra insurgente-contrainsurgente
no se limitó a Sendero, el MRTA, los grupos paramilitares, las FFOO y las
víctimas supuestamente entre dos fuegos. Fue una guerra vivida por muchísima
más gente que vio pasar todo en sus narices. El gran problema es que esta
guerra en cierto sentido aún no ha terminado y por eso la gente tiene miedo de
hablar. La clave de la discusión pública es la de terruqueo y exclusión
laboral, política y social; todo lo contrario a la verdad y la reconciliación.
En estas condiciones, por supuesto
que no sólo no puede haber reconciliación: no puede haber verdad. La verdades
oficiales son las que se imponen. De hecho, no hay mucha diferencia entre el
transicional concepto de “Comisión de la Verdad” y el orwelliano concepto de
“Ministerio de la Verdad”. En ambos casos nada menos que la verdad queda sujeta
a una entidad burocrática nombrada desde el poder. Pues esto está cambiando
pues la verdad de verdad desborda y se resiste a ser comisionada o limitada por
las necesidades políticas de la coyuntura
La lucha política actual en el Perú
no sólo es una lucha por el presente y el futuro, sino por cómo el pasado queda
en la memoria colectiva. Quien tiene el poder puede crear la ilusión de tener
la verdad, pero eso no es algo duradero. La verdad es revolucionaria Miguel-No
la verdad antes de ser revolucionario es Evangélica, es decir deviene de Dios y
ante esta verdad todos somos culpables y reconociendo esto es posible
perdonarnos y ser perdonados, si la verdad solo fuera revolucionaria no habría verdad
solo lucha de poder y seguiríamos en el ciclo de los discursos en su lucha por
hegemonizar y tarde o temprano acaba cuestionando al poder pero para instituir
otro poder aun peor.
* Escrito por Silvio Rendón Revista
Ideele N°300 alterado meta estructuralmente
Referencias
————————————————————
Agüero, José Carlos (2015) “Los
rendidos. Sobre el don de perdonar”
Caro Cardenas, Ricardo (2006) “Ser
mujer joven y senderista. Género y pánico moral en las percepciones de Sendero
Luminoso”
Caro Cárdenas, Ricardo (2014) “«La
comunidad es base, trinchera de la guerra popular». Izquierda, campesinismo y
lucha armada: Huancavelica, 1974-1982”
Cox, Mark R (2008) Bibliografía
anotada de la ficción narrativa peruana sobre la guerra interna de los años
ochenta y noventa (con un estudio previo)
Cox, Mark R (2012) La Verdad y la
memoria: Controversias en la imagen de Hildebrando Pérez Huarancca
Durand Guevara, Anahí (2006) “Donde
habita el olvido: los (h)usos de la memoria y la crisis del movimiento social
en San Martín”
Gavilán Sánchez, Lurgio (2013)
“Memorias de un soldado desconocido. Autobiografía y antropología de la
violencia”
Guiné, Anouk (2016), “Encrucijada de
guerra en mujeres peruanas: Augusta La Torre y el Movimiento Femenino Popular”
Guiné, Anouk et al. (2018), “Género y
conflicto armado en el Perú”
Rendon, Silvio (2010a) “Los debates
por las cifras de la CVR peruana en la Internet 1”
Rendon, Silvio (2010b) “Los debates
por las cifras de la CVR peruana en la Internet 2”
Rendon, Silvio (2019a), “Capturing
correctly: A reanalysis of the indirect capture–recapture methods in the
Peruvian Truth and Reconciliation Commission”
Rendon, Silvio (2019b), “A truth
commission did not tell the truth: A rejoinder to Manrique-Vallier and Ball”
Theidon, Kimberly S (2004) “Entre
prójimos : el conflicto armado interno y la política de la reconciliación en el
Perú”
Quinta vibración Yin Yan de mi corazón al corazón de Miguel
del corazón de Miguel a Mi corazón
Gracias
Escuche a través de tus oídos y ve a través de tus ojos.
Se trata de una contemplación, no sólo vacía de contenido, sino también de
intencionalidad y, por tanto, de meta; no es una contemplación que pretenda llegar al ser
o que pretenda ver algo, sino que es una contemplación pura sin objeto y sin apoyo, sin
“ser” que la fundamente o que desde el fin la atraiga. No es una contemplación que haya
negado el “ser”, sino que ha renunciado a él – acaso porque ha descubierto que el “ser”
no se puede “ver”, sino que a lo máximo hay que “serlo”.
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